Bloomberg — El Banco de Inglaterra (BoE) aumentó sus tasas de interés por novena vez consecutiva, hasta el 3,5%, un máximo de 14 años de 3,5%, presionado por una inflación persistentemente alta. El Comité de Política Monetaria, compuesto por nueve miembros, se dividió en tres partes al tomar la decisión, ya que los funcionarios trataron de equilibrar el riesgo de que la inflación se afianzara con la presión sobre el crecimiento justo cuando la economía entraba en recesión.
Seis miembros, incluido el Gobernador Andrew Bailey, votaron a favor de la subida de medio punto. Catherine Mann se pronunció a favor de tres cuartos de punto, mientras que Silvana Tenreyro y Swati Dhingra apoyaron mantener los tipos sin cambios.
”La mayoría del Comité consideró que, en caso de que la economía evolucionara en línea con las proyecciones del Informe de Política Monetaria de noviembre, podrían ser necesarias nuevas subidas de la tasa de interés bancario”, escribió Bailey en una carta al Ministro de Hacienda, Jeremy Hunt.
Según las actas de la reunión, la mayoría afirmó que “el mercado laboral seguía siendo tenso y se habían observado indicios de presiones inflacionistas en los precios y salarios internos que podrían indicar una mayor persistencia y justificar así una respuesta más contundente de la política monetaria”.
Para Dhingra y Tenreyro, las anteriores subidas de tipos aún no habían tenido pleno impacto en la economía y eran “más que suficientes” para devolver la inflación al objetivo. Mann se mostró a favor de un aumento mayor, afirmando que las presiones salariales y sobre los precios se mantendrían fuertes durante más tiempo de lo previsto en noviembre y que el adelanto de las medidas reduciría la necesidad de seguir subiendo los tipos hasta 2023. Para Bailey, la inflación podría haber alcanzado ya su punto máximo, pero que los riesgos en torno a esa proyección son “al alza” y que el crecimiento de los precios seguirá siendo muy elevado en los próximos meses.
Los miembros del BoE abandonaron las orientaciones emitidas en noviembre, cuando dijeron que la senda de las tasas de interés implícita en los mercados financieros era demasiado agresiva. Según las actas, la mayoría del panel cree ahora que podrían ser necesarias nuevas subidas de los tipos bancarios, si la economía evoluciona en línea con sus previsiones de noviembre.
Los funcionarios del Banco de Inglaterra estiman que el Reino Unido está ahora en recesión, aunque la economía es ligeramente más fuerte de lo previsto en noviembre. El producto interior bruto del cuarto trimestre caerá probablemente un 0,1%, tras un descenso del 0,5% en el tercer trimestre, según el BOE. El paquete fiscal del Gobierno publicado el mes pasado apoyará a la economía el año que viene, pero reducirá la producción dentro de tres años, según el BOE. El PIB será un 0,4% más fuerte a finales de 2023 de lo previsto anteriormente, pero será un 0,5% más débil a finales de 2025, conforme las estimaciones del banco central.
Las medidas del Tesoro tendrán un pequeño impacto en la inflación. Pero un tope de 3.000 libras en las facturas de energía a partir de abril hará bajar la inflación general 0,75 puntos porcentuales en el segundo trimestre, según el BOE.
La decisión del Banco de Inglaterra, que sitúa las tasas en su nivel más alto desde noviembre de 2008, se produce después de que la Reserva Federal de EE.UU. suavizara el miércoles sus planes de endurecimiento con una subida de tipos de medio punto, situando su rango objetivo del 4,25% al 4,5%. El Banco de Inglaterra se enfrenta al nivel de inflación más alto en cuatro décadas y a indicios de que se está incrustando en la fijación de salarios. Ello ha provocado el ciclo de endurecimiento monetario más rápido desde finales de la década de 1989. Sin embargo, las cifras oficiales de esta semana sugieren que la inflación ya ha pasado su punto álgido.
Los precios al consumo cayeron del 11,1% en octubre al 10,7% en noviembre, y la participación en el mercado laboral mejoró, con 76.000 personas inactivas que se reincorporaron a la población activa y un descenso de las vacantes. Sin embargo, los salarios suben al ritmo más rápido desde hace dos décadas, al margen de la pandemia, y la inflación sigue siendo más de cinco veces superior al objetivo del 2% fijado por el BOE.
El Banco de Inglaterra publicará el viernes a las 18h una nota de mercado en la que expondrá el avance de las ventas de títulos de la deuda en el marco de su programa de endurecimiento cuantitativo y las modalidades operativas para el primer trimestre de 2023.
El banco dijo que el ritmo de sus ventas de gilts va por delante de lo previsto, lo que “permitiría una reducción de la cartera antes de lo previsto inicialmente.” El banco central redujo el stock de gilts en su cartera en 44.000 millones de libras en el conjunto de 2022, con lo que la deuda pública en su Cartera de Compra de Activos se situó en 831.000 millones de libras.
