Bogotá — La contracción de varias firmas tecnológicas en la región y el cierre de operaciones de otras luego de haber recibido millonarias rondas de inversión este año en medio del llamado invierno, ha abierto el debate en Latinoamérica con respecto al modelo de recaudo de capital, el uso que las empresas le dan al mismo y lo que deparará el futuro para 2023.
Desde ciertos fondos de inversión en la región hay la percepción de que compañías que recibieron mucha inversión en los últimos años, de lo que denominan “dinero gratuito”, y lo hicieron con valuaciones altas, hoy tienen un panorama muy complicado y por eso no les sorprende lo que está pasando con la ola de despidos y otros ajustes que tienen que hacer para sanar sus finanzas.
Es por esto que algunos de los fondos recomiendan a las startups en etapas pre-seed y Seed que sean muy austeros con el uso del dinero y que si necesitan hacer ajustes tomen decisiones lo más rápido posible, dijeron algunas fuentes cercanas al negocio en Latinoamérica que prefirieron no ser citadas.
El modelo actual consiste en que la mayoría de las startups no se fondean con deuda tradicional, sino con equity o deuda convertible en equity, según el mánager general de Wayra, Agustín Rotondo.
“Esto significa que el dinero que reciben las startups de los inversores no se devuelve en dinero, sino con participación accionaria en la compañía”, indica.
En esta estructura muchas empresas se ven presionadas a crecer de forma acelerada para cumplir objetivos definidos por los mismos inversores y a la vez copar la mayor parte del mercado antes que sus competidores, bajo el aprovechamiento de la oportunidad.
El dinero que fue entregado en esas rondas de inversión va destinado a capital humano, marketing y adquisición de usuarios. En la mayoría de los escenarios se aplica la fórmula natural que siguen los emprendedores.
CEO de AlleyCorp Sur, José Oberto
Para el managing partner en el fondo Newtopia VC, Diego Noriega, las firmas que se han visto envueltas en estos casos son empresas que muchas veces están ajustando su burn (el ritmo con el que una empresa quema el dinero), que tratan de extender su runway (lapso antes de quedarse sin efectivo) y están buscando su Path to Profitability (camino a la rentabilidad).
“Para los emprendedores es un camino muy difícil porque recibían recomendaciones para ganar velocidad, invertir mucho, crecer a cualquier costo, tener muchas iniciativas, etc. Hoy escuchan una campana totalmente opuesta. Es la vida del emprendedor (...) y tienen la obligación de tomar decisiones muy difíciles de manera rápida”, dice.
Las condiciones para el 2023 se proyectan igualmente retadoras para las empresas en medio de la inflación y altas tasas de interés, que guían al mundo hacia una posible recesión, por lo que “hay que ver cómo se acomoda el contexto, pero mientras tanto, hay que poner foco en que las startups sobrevivan y sean lo más eficientes posible”.
De acuerdo a cifras de TTR (Transactional Track Record), las transacciones de capital de riesgo en Latinoamérica en lo corrido del año hasta noviembre llegaron a US$7.697 millones, una notable caída del 56,11%, lo que se representó en 977 operaciones, un 5,15% menos.
“Luego de una pandemia, una guerra y los efectos derivados de ambos contextos, se presenta una clara recesión frente a la inversión y esto lleva a simplificar la ecuación: si no hay inversión, se hace aún más necesario ser rentable para sobrevivir. En este sentido, es inevitable que se presenten despidos masivos dada la inversión que representa contar con un gran capital humano”, explica en entrevista con Bloomberg Línea el CEO del fondo de inversiones neoyorquino AlleyCorp Sur, José Oberto.
“¿Era posible predecir un escenario como el que estamos viviendo?”
El ecosistema de startups en regiones como Latinoamérica se enfrentó en el 2022 a uno de los escenarios más retadores por lo menos en la última década, que estuvo marcada por la euforia que generaron las millonarias rondas de inversión, los casos de éxito en los diferentes mercados y la masificación en la región de los unicornios, empresas valoradas por encima de los US$1.000 millones.
En este contexto, desde AlleyCorp reflexionan que “si bien hay todo tipo de CEO, ninguno quiere que su compañía fracase. Así las cosas, más allá de buscar errores, deberíamos reflexionar sobre el siguiente interrogante: ¿era posible predecir un escenario como el que estamos viviendo?”
“A pesar de la falta de inversión, muchas startups están buscando sobrevivir. Si la mayor inversión de este tipo de compañías es en capital humano, entonces esa es la opción más factible en este escenario y también la más difícil. Tengo la certeza de que ningún CEO desea realizar despidos en su compañía, pero si el equipo logra sobrevivir se abre una nueva ventana de oportunidad para continuar avanzando y seguir generando empleos de calidad”, dice.
Empresas que recaudaron millones de dólares: adaptarse o desaparecer
El actual contexto retó a las compañías a replantear muchos conceptos sobre su sostenibilidad a lo largo plazo y las instó a moverse rápido para poder navegar en medio de las nuevas condiciones que plantea un 2023 cargado de desafíos.
En opinión del CEO del fondo brasileño Bossanova, João Kepler, “las empresas que han recaudado millones de dólares necesitan adaptarse rápidamente, pues de lo contrario ponen en peligro su propia supervivencia”.
“Quienes recaudaron fondos justo antes o durante la crisis pandémica saben que ‘el dinero en efectivo es el rey’ y, por tanto, utilizar bien este recurso es una obligación en el escenario actual”, dijo.
Creemos que la oleada de despidos en grandes startups y empresas tecnológicas es una tendencia global, ya que el escenario ha cambiado con la reducción del capital riesgo en el mundo.
CEO de Bossanova, João Kepler
Kepler concluye en ese sentido que sí pudo haber habido un problema de mala gestión en algunas empresas, con contrataciones exageradas, pensando que con el fin de la pandemia llegaría una nueva época de bonanza.
“Pero con el paso de los meses, todo el mundo vio que la tendencia tras la crisis sanitaria era una fuerte crisis económica, que necesitaba actitudes rápidas por parte de quienes cometieron exageraciones en los malos manejos financieros en sus empresas. Esto explica por sí solo el elevado índice de despidos en las empresas tecnológicas en los últimos meses”, apuntó.
¿Qué esperar para el 2023?
José Oberto, de AlleyCorp, considera que para el próximo año será fundamental establecer nuevas reglas de juego, como ofrecer un mayor número de acciones y sueldos módicos a los colaboradores.
Mientras que el capital humano “es y será lo más importante para el desarrollo de una startup y quienes deciden ser parte de este tipo de organizaciones entienden que existe un riesgo, pero lo asumen porque son conscientes de las múltiples oportunidades de crecimiento a nivel de equipo y como profesionales”.
Por su parte, João Kepler, de Bossanova, opinó que “en el 2023 el panorama sigue en alerta, con las empresas tecnológicas tratando de comprender la dimensión de la actual recesión en EE.UU. y en las principales economías mundiales, a la espera del mejor momento para volver con fuerza a las nuevas contrataciones e inversiones”.
Por ahora, el escenario sigue siendo prudente y debería seguir siéndolo en los primeros meses de 2023, opinó.
“Esperamos que más adelante esta crisis económica se estabilice y que el capital de riesgo vuelva a mover positivamente a las startups latinoamericanas. Del mismo modo que muchas de ellas se vieron obligadas a despedir rápidamente a parte de su plantilla, con el cambio de la coyuntura económica pueden verse obligadas a hacer lo contrario, invertir y contratar cuanto antes para no perder terreno frente a competidores que pueden estar mejor preparados para una recuperación”, remató.
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