Bogotá — Las más recientes cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia muestran que los créditos morosos están aumentando mes tras mes y ello podría dar una pista de por dónde llegará la desaceleración de la economía en el 2023.
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De acuerdo con la información de la Superfinanciera (a septiembre), todas las modalidades de cartera siguen dinámicas consistentes con los datos de actividad registrados al corte del tercer trimestre de 2022.
El saldo bruto de la cartera ascendió a $648.9 billones, en consecuencia, el indicador de profundización se situó en 46.7% del PIB.
En términos reales la cartera bruta registró una variación anual de 5.1%, comportamiento que refleja: (i) el incremento del saldo en términos intermensuales ($8.6 billones); (ii) el dinamismo de la financiación a hogares y a empresas, que en el mes sumaron desembolsos por $39.7 billones ($42.4 billones en septiembre de 2021); (iii) el efecto de la inflación, dado que la tasa de crecimiento nominal es superior (17.1%) ; y (iv) la menor importancia relativa de los castigos, que suman en los últimos doce meses $9.6 billones frente a los $12.3 billones acumulados a septiembre del año anterior, del total castigado en el mes el 84% corresponde al portafolio de consumo.
Sin embargo, el saldo que reporta mora mayor a 30 días continúa creciendo a tasas negativas, consumo registra segundo mes de crecimiento positivo.
La cartera vencida alcanzó $23.8 billones, una disminución frente a los $23.9 billones del año pasado. En términos intermensuales se reportó un incremento del saldo vencido de $399.500 millones, no obstante, frente a igual periodo de 2021 el saldo vencido se contrajo a una tasa de 10.8% real anual, ante las reducciones reportadas en comercial, vivienda y microcrédito de 23.4%, 14.3% y 12.7%, en su orden. En contraste, la modalidad consumo retomó tasas de crecimiento positivo (7.1%) en septiembre.
La cartera al día alcanzó $625.1 billones, es decir el 96.3% del saldo total. En el caso del Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) esta proporción asciende a 81.1% del saldo que continúa en el programa y que al cierre de septiembre representó un 3% del saldo total de cartera. De este saldo que continúa cubierto por el programa al interior del portafolio comercial el 88.3% se mantiene al día, seguido por consumo (78.7%), vivienda (76.1%) y microcrédito (73.1%).
Sergio Olarte, economista jefe del Scotiabank Colpatria, aseguró que “la cartera de consumo comienza a preocupar porque ya se ve el deterioro de las nuevas cosechas de crédito”.
Y es que no hay que dejar de lado que uno de los principales motores de la economía en 2021 y 2022 ha sido el gasto de los hogares. Hay que recordar que el año pasado la economía creció 10,7%, mientras que este año se espera que alcance a ser del 8%.
“Eso aún es gradual, no es preocupante, pero sí genera que uno crea que muy seguramente el próximo año esta cartera se va a desacelerar de manera importante y por ahí es donde el consumo de los hogares se va a desacelerar y eso hará que el PIB no pueda seguir tan dinámico como lo hemos visto este año”, agregó.