Bloomberg — La Unión Europea selló a última hora de la noche un acuerdo para frenar su papel en la deforestación mundial a través de sus cadenas de suministro de materias primas clave.
El Parlamento y los Estados miembros acordaron establecer normas obligatorias para que las empresas que venden aceite de palma, carne de vacuno, madera, café, cacao, caucho y soja garanticen que esos productos no proceden de tierras deforestadas. También se incluirán algunos productos manufacturados, como el chocolate, los muebles y el papel impreso.
Los grupos ecologistas aplaudieron el acuerdo, calificando las normas de primicia mundial, y el Fondo Mundial para la Naturaleza lo calificó de “pionero”. La fuerte demanda europea de caucho, por ejemplo, se ha relacionado con la deforestación de 520 kilómetros cuadrados en África Occidental desde el comienzo del milenio.
“No nos equivoquemos, esta ley hará que algunas motosierras callen y que las empresas dejen de beneficiarse de la deforestación”, declaró John Hyland, portavoz de Greenpeace. “En los próximos años, la UE debe ampliar su enfoque para proteger la naturaleza en su conjunto, no sólo los bosques”.
Algunos grupos industriales se mostraron menos contentos.
Los productores de aceite de palma han advertido de que la medida de la UE podría aislar y cortar el acceso al mercado a millones de pequeños agricultores del sudeste asiático, América Latina y África que carecen de medios para cumplir los requisitos de trazabilidad más estrictos. Europa es el mayor importador de aceite de palma después de India, y este aceite tropical se utiliza en muchos productos de consumo, como margarina, helados y pintalabios, además de biocombustible.
La Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible, un grupo del sector que promueve normas para productos “sostenibles certificados”, declaró la semana pasada que el endurecimiento de las restricciones al aceite de palma en la UE podría tener consecuencias imprevistas para los agricultores vulnerables de todo el mundo, y afectar desproporcionadamente a los cultivadores que menos pueden permitírselo. Indonesia es el mayor productor mundial de aceite de palma, seguido de Malasia y Tailandia.
Lea más en Bloomberg.com