Bloomberg — La calificación crediticia de Bolivia fue recortada por S&P Global Ratings, ya que el estancamiento político de la nación genera incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para implementar políticas correctivas oportunas y contundentes para reducir las vulnerabilidades económicas.
La empresa califica ahora a Bolivia un escalón por debajo, en B, cinco niveles por debajo del grado de inversión y al mismo nivel que Egipto y Costa Rica. Los “persistentes y considerables” déficits fiscales han empujado la deuda pública por encima del 60% del producto interior bruto y las reservas internacionales han caído, según un comunicado del martes.
“Las otrora grandes reservas fiscales y externas de Bolivia se han deteriorado constantemente”, escribieron los analistas Carolina Caballero y Omar De la Torre Ponce De León. “Además, los desafíos políticos han empeorado con el aumento de las tensiones regionales y las divisiones dentro de la coalición gobernante. El impasse político eleva el riesgo de una mayor erosión de la liquidez externa en un contexto de condiciones de mercado externo ajustadas.”
Moody’s Investors Service califica a Bolivia cinco niveles por debajo del grado de inversión, en B2, con perspectiva negativa, mientras que Fitch Ratings le asigna la nota equivalente, en B. Tanto S&P como Fitch tienen una perspectiva estable sobre el país sudamericano.