Bloomberg — El presidente del Grupo del Banco Mundial, David Malpass, dijo que le preocupa la ausencia de un sistema mundial eficaz para hacer frente a los impagos de la deuda en los países de bajos ingresos y que también le preocupa el aumento de la deuda en los más ricos.
“Me preocupa un proceso de impago desordenado, en el que no haya un sistema que realmente se ocupe de los países pobres”, dijo Malpass en un evento organizado por Reuters el jueves. “También tenemos que abordar realmente, en el caso de las economías avanzadas, esta gigantesca acumulación de deuda. Y a medida que los tipos de interés suben, el servicio de la deuda aumenta para las economías avanzadas, y eso requiere una gran cantidad de capital del mundo”.
Los responsables de las principales instituciones financieras internacionales llevan tiempo dando la voz de alarma sobre los niveles récord de deuda mundial, sobre todo porque las autoridades monetarias han tenido que subir los tipos de interés para sofocar la aceleración de la inflación.
El Banco Mundial gestiona la Asociación Internacional de Desarrollo, una plataforma para luchar contra la pobreza extrema en las 74 naciones más pobres. En conjunto, esos países deberán a sus acreedores unos 62.000 millones de dólares este año, aproximadamente un 35% más que en 2021, dijo Malpass.
Aunque las naciones donantes, como Estados Unidos, aportan dinero para ayudar a la AIF, no es suficiente para cubrir los costes, lo que supone “un reto gigantesco”, dijo el jefe del Banco Mundial. Alrededor del 66% del crédito bilateral de la AIF se debe a China, dijo.
China, el mayor acreedor del mundo de los países en desarrollo, ha sido criticada por su falta de compromiso en el esfuerzo global para reducir la carga de la deuda de los países en desarrollo, y la Secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, ha dicho en múltiples ocasiones que Pekín se ha convertido en el mayor obstáculo para el progreso.
El Grupo de los 20 ha creado el llamado Marco Común, que reúne al Club de París, formado por los tradicionales países ricos deudores, y a China para tratar de reestructurar las deudas de los países de bajos ingresos caso por caso. Sólo tres naciones -Chad, Etiopía y Zambia- se inscribieron y, tras casi dos años de conversaciones, Chad se convirtió en el primero en encontrar una solución a principios de este mes.
“Algunos de los países han estado esperando dos años para poder siquiera iniciar un proceso de reestructuración de la deuda, por lo que el mundo tiene la responsabilidad de contar con un proceso que funcione mejor y China tiene la responsabilidad de participar en el proceso”, dijo Malpass.
Malpass añadió que se unirá a la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, en un viaje a China la semana que viene, en el que el dúo tiene previsto entablar un diálogo con las autoridades de Pekín sobre cuestiones relacionadas con la deuda.
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