Buenos Aires — El bitcoin (XBT) y el dólar son dos activos de naturaleza casi opuesta. El primero es una criptomoneda altamente especulativa, cuya cotización tiene enorme volatilidad, pero a la que sus principales defensores le destacan una cualidad: no es emitida por ningún banco central y no se la podrá emitir hasta el infinito (existe una cantidad máxima de bitcoins que podrán ser minados). En la otra vereda, el dólar estadounidense ha sido el activo de refugio por excelencia de los argentinos.
No obstante, comprar dólar blue y dejarlo bajo el colchón también tiene un costo que se vio en este último año: el aumento de la inflación en Estados Unidos viene horadando su valor mes a mes (llegó a un pico de 9,1% interanual en julio y actualmente se ubica en 7,7%).
No obstante, los criptofanáticos no pueden mofarse respecto de esto último, ya que el bitcoin se desplomó abruptamente cuando los bancos centrales comenzaron a volverse más restrictivos para combatir la inflación. Es decir, la idea de que la emisión limitada a priori de bitcoins convertía a esta cripto en un refugio antiinflacionario sucumbió ante el alza de precios global.
Ahora bien, ¿cuál de estos dos activos se adapta más a determinado perfil de inversor?
El bitcoin
En los últimos años, el bitcoin tuvo un boom de adopción a nivel global y Argentina no fue la excepción. Cientos de miles de argentinos empezaron a interesarse por la criptomoneda más popular, al calor de un precio que subía desenfrenadamente por la liquidez que habían inyectado los bancos centrales en la economía.
En este momento, el bitcoin oscila entre US$16.000 y US$17.500, luego de haber alcanzado un pico de US$67.734,04 en septiembre de 2021. Es de decir que su actualmente se encuentra casi un 75% por debajo de su valor máximo.
También es justo decir que mucha gente ganó varios miles gracias a esta cripto, pudo haber obtenido rendimientos impresionantes: esta moneda empezó en 2020 apenas arriba de los US$7.100 y lo terminó en US$29.000. En 2021 tuvo la mencionada disparada hasta los casi US$68.000.
Los especialistas atribuyen buena parte de la suba que tuvo el bitcoin al exceso de liquidez que hubo en el mundo a partir de la pandemia, dado que los bancos centrales emitieron una gran cantidad de dinero y mantuvieron las tasas muy bajas para no frenar más la economía. Sin embargo, cuando ese proceso se empezó a revertir se produjo el derrape de los activos de riesgo, que en el caso de las criptomonedas se aceleró más por crisis internas, como la de la cripto Luna o el quiebre del exchange FTX.
¿Qué puede pasar a futuro? La Reserva Federal de los Estados Unidos, que marca el pulso de la tasa de interés en el mundo, dio el 30 de noviembre un mensaje mixto. Su titular, Jerome Powell, aseguró: “El momento de moderar el ritmo de subidas de tipos puede llegar tan pronto como en la reunión de diciembre. Dado nuestro progreso en el endurecimiento de la política, el momento de esa moderación es mucho menos importante que las cuestiones de cuánto más necesitaremos aumentar las tasas para controlar la inflación y cuánto tiempo será necesario mantener la política en un nivel restrictivo”.
Esto da lugar a una lectura mixta: por un lado, seguirá subiendo la tasa, lo que afectaría negativamente al bitcoin. Sin embargo, se anticipa que va a haber una moderación, lo que podría beneficiar a su cotización.
Como sea, quien compre bitcoin, debe entender que se trata de un activo muy fluctuante y que, por el momento, funciona principalmente como un activo especulativo, que quizás en un futuro pueda volverse estable.
A quien no le gusta nada el bitcoin es al Banco Central Europeo (BCE). Ulrich Bindseil y Jürgen Schaff, ambos de la División de Infraestructura de Mercado y Pagos del BCE, destacaron “el fracaso” de la cripto más popular para reemplazar o mejorar el sistema monetario.
Pese a que el bitcoin se mantuvo más o menos estable desde la caída inicial de noviembre, los autores afirman que se trata de “un último suspiro inducido artificialmente antes de la irrelevancia”.
Lo cierto es que aún hay millones de inversores en el mundo que confían en que el bitcoin volverá a subir.
El dólar blue
Desde la visión argentina, el dólar es uno de esos activos que permiten refugiarse de la pérdida de valor del peso, al igual que quienes pueden invertir en un inmueble y buscan tener resguardo en “el ladrillo.
No obstante, hay que tener en cuenta que la inflación en Estados Unidos golpea su poder de compra internacional permanentemente y más en estos años de alta inflación, al menos para los estándares norteamericanos.
Actualmente, el blue en Argentina se ubica en torno a los $314, tras una suba de 8,3%. ¿Puede seguir subiendo? Es la gran pregunta. Si se toma como proxy las proyecciones que hace el mercado para el contado con liquidación (CCL), el billete estadounidense aún tiene recorrido ascendente. Portfolio Personal Inversiones (PPI) considera que el valor técnico del CCL se encuentra hoy cerca de $364, si se tiene en cuenta la cantidad de pesos disponibles que hay en a economía.
Por otra parte, se espera que en diciembre el Banco Central siga inyectando más pesos, por un lado, para comprar dólar soja a $230, y por otro porque el Gobierno no logra conseguir financiamiento neto en el mercado de capitales y es muy posible que deba recurrir a más emisión.
Esto último, en parte, se compensa con que en diciembre muchas empresas venden dólar para pagar el aguinaldo.
Eso en cuanto a los factores locales. Respecto de los internacionales, la lectura es inversa a la que se hizo con el bitcoin: si la Reserva Federal sigue endureciendo su política monetaria, el dólar se fortalecerá nivel global.
¿Qué conviene a largo plazo?
La respuesta depende de la intención del ahorrista. Claramente, nadie podría poner el 100% de sus tenencias en bitcoin, como sí hace mucha gente con el dólar, debido a su excesiva inestabilidad. Sin embargo, quienes tienen una visión constructiva respecto de la recuperación de esta criptomoneda tienen la posibilidad asignar una parte acotada de su cartera al bitcoin, esperando un nuevo ciclo alcista.
Respecto del dólar, es muy posible que siga perdiendo valor frente a la inflación en Estados Unidos, pero también es cierto que es la única forma que han encontrado millones de argentinos, a través de los años, para resguardar buena parte de su capital frente a los vaivenes internos.
