Buenos Aires — La Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) llamó este jueves al diálogo entre los distintos sectores de la economía para trabajar “de manera ordenada” y reducir la brecha cambiaria. Además, desde la entidad se manifestaron a favor de que se limite la emisión monetaria y que se cumpla con lo acordado con Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese sentido, el presidente de la entidad –que agrupa a bancos como el Patagonia, ICBC Argentina, JPMorgan, Banco Itaú y BBVA Argentina, entre otros– Claudio Cesario, opinó que ello se puede alcanzar con “diálogo” de todos los sectores, al tiempo que llamó a “dejar de lado los intereses”.
- La actualidad de los bancos: No ha sido un año de bonanza para los bancos argentinos. Lejos de ello, la mayoría ha reportado una baja en sus ganancias netas durante el 2022. La entidad financiera más grande del país por activos totales, Grupo Financiero Galicia (GGAL) reportó en el tercer trimestre una nueva caída interanual en el tamaño de su cartera de crédito. Cedió por 6% a $802.708 millones. También reportó una merma en los depósitos, que bajaron un 2% interanual a $1.680 billones.
Cesario consideró también que el complejo escenario internacional debe representar una “oportunidad” para el país, pero apuntó a la importancia de resolver los “problemas propios de manera ordenada”.
“Es una oportunidad para la argentina”, sostuvo. “Hay que convertirla en motor de crecimiento, pero hay que resolver los problemas propios”, expresó ante la prensa.
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Caen los créditos al sector privado
En cuanto a los depósitos, Cesario remarcó su crecimiento por encima de los créditos. “Eso es porque no hay demanda de créditos”, explicó.
Si bien aseguró que “las empresas están líquidas y no demandan crédito”, apuntó a la “falta de confianza”.
“Para invertir, hay que tener horizonte y saber a dónde vamos”, analizó y manifestó que, por la falta de previsibilidad, “las familias tampoco salen mucho a endeudarse”.
Así, resaltó: “El sistema financiero está sano, sólido, líquido, bien capitalizado”. Pese a ello, advirtió que “el problema es que sigue siendo muy pequeño”.
“La buena noticia es que pasamos turbulencias”, destacó y confió: “Estamos posicionados para ser parte de la solución y no del problema”.
