Ciudad de México — El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó aumentar el salario mínimo 20% y fijarlo en 207.44 pesos diarios a partir del 1 de enero de 2023.
El alza al salario mínimo se da en medio del aumento de precios al consumidor más alto en 20 años que se vive en México. La inflación general apenas está dando muestras de desaceleración en los meses de septiembre y octubre, sin embargo, la inflación subyacente muestra una tendencia ascendente.
Ante la presencia de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social, el Consejo de Representantes aprobó la mañana de este jueves un incremento al salario mínimo general de 20% para el 2023 y de 20% para el salario de la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN).
El salario mínimo general aumentará de 172.87 a 207.44 pesos diarios para 2023, en tanto, el salario mínimo para la ZLFN pasará de 260.34 a 312.41 pesos diarios en 2023.
El monto del salario mínimo general para 2023 se determinó partiendo del actual salario de 172.87 pesos diarios, al cual se le adicionaron 15.72 pesos a través del llamado Monto Independiente de Recuperación (MIR) y, después, se le aplicó un incremento porcentual de 10%.
En el caso del salario mínimo de la ZLFN, se partió el monto actual del salario que es de 260.34 pesos diarios, al cual se le sumó 23.67 pesos por concepto del MIR y un incremento porcentual de 10%, para dar un total de 312.41 pesos diarios vigentes para el próximo año.
El aumento para 2023 se suma a los incrementos a dos dígitos que ha tenido el salario mínimo en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2019 se logró un aumento de 16,2%; para 2020 alcanzó 20%; en 2021 fue de 15% y de 22% en este 2022, mediante la cual el salario pasó en cuatro años de 88 pesos a 173 pesos diarios, de acuerdo con la Conasami.
El sector obrero entregó a la Conasami una propuesta de aumento del 25% al salario mínimo en México para 2023, sin embargo, desde el lado empresarial el incremento al salario en esa magnitud es inviable porque puede ser riesgoso para las pequeñas y medianas empresas en medio de la inflación más alta en dos décadas en el país.