Buenos Aires — A pesar de la instalación de un sistema de captura en el basural Norte III, en el Gran Buenos Aires, con la intención de contener la filtración de metano, nuevas imágenes satelitales sugieren que las emisiones del potente gas de efecto invernadero no están cayendo.
Las detecciones destacan el desafío de frenar el impacto climático de los basurales, que son los responsables de aproximadamente una quinta parte del metano generado por la actividad humana a nivel mundial. El operador de satélites GHGSat Inc. dijo que una observación realizada en septiembre mostró que en ese momento se filtraban hasta 38 toneladas métricas por hora de metano desde Norte III, que recibe aproximadamente el 85% de la basura de Buenos Aires.
Cuando se le preguntó acerca de las emisiones, el operador del complejo, Ceamse, dijo que el aumento en la cantidad de basura que recibió durante el último año —especialmente cuando la economía argentina salía de una recesión pandémica— estaba creando metano adicional que compensa lo que se captura y canaliza a una planta eléctrica de 5 megavatios. También dijo que está esperando que el Gobierno apruebe una solicitud para ampliar el sistema de captura para producir unos 13 megavatios.
Ceamse había dicho que las columnas de metano se reducirían sustancialmente después de que la planta eléctrica comenzó a operar hace más de un año, pero las reducciones sostenidas no parecen haberse materializado.
Marcelo Rosso, quien está a cargo del control ambiental de Ceamse, se retractó de las declaraciones que realizó hace casi un año atrás cuando dijo que las emisiones de gases de efecto invernadero iban a disminuir. “Si las emisiones son más o menos las mismas que el año pasado, si se consideran todos los desechos adicionales que depositamos, eso significa que lo estamos haciendo bien”, dijo.
El basural Norte III es reconocido como un punto crítico mundial de metano y fue uno de los botaderos estudiados por científicos del SRON Netherlands Institute for Space Research en una investigación publicada en agosto.
El metano es el componente principal del gas natural. También se genera en los basurales cuando los materiales orgánicos, como los restos de comida, se descomponen en ausencia de oxígeno. Restringir las emisiones de los intensos gases de efecto invernadero de los basurales es crucial si el mundo quiere evitar lo peor del cambio climático. Más de 120 países, incluido Argentina, se han sumado al Compromiso Mundial sobre el Metano, que tiene como objetivo reducir emisiones de todas las fuentes de metano en un 30% para fines de esta década.
Bloomberg News ha informado extensamente sobre el metano que arrojan los basurales, incluidos los ubicados en India, Pakistán, Jordania y Canadá.
El director de ventas de GHGSat, Brody Wight, dijo que los satélites de la compañía observan de forma rutinaria las fugas de metano del basural Norte III. En sus observaciones de septiembre, la compañía de monitoreo de emisiones con sede en Canadá estimó que Norte III arrojaba entre 18 y 38 toneladas métricas de metano por hora.
Separar y compostar el material orgánico antes de que entre en un basural ayuda a reducir las emisiones futuras. En Norte III, Ceamse selecciona algunos desechos de alimentos para convertirlos en compost. Airear las pilas de basura existentes o conectarlas a los sistemas de captura de gas puede reducir emisiones de los basurales antiguos.
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