Menor crecimiento de naciones ricas impactará en las remesas: Banco Mundial

No obstante, América Latina será la región menos impactada: verá un crecimiento del 4,7% interanual, en comparación con el promedio global de 2022, 4,9%

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Bloomberg — Un menor crecimiento económico en las naciones más ricas limitará los envíos de remesas por parte de los migrantes en 2023, según indica un reporte del Banco Mundial.

En concreto, las remesas a países de medianos y bajos ingresos crecerán un 2%, a US$639.000 millones, menos que el casi 5% de 2022, según una previsión del banco.

Son malas noticias para las economías de Centroamérica y El Caribe, África y partes de Asia, que dependen en gran medida de las remesas. El Salvador, Nepal y Líbano son países donde las remesas representan más del 20% del PIB.

La inflación en artículos como los alimentos y el combustible está encareciendo la vida de los emigrantes, lo que también frena su capacidad de enviar dinero al extranjero.

“Con la elevada inflación de los alimentos, y el hecho de que los paquetes de estímulo anunciados por diferentes países también están disminuyendo ahora, los efectos acumulados se harán sentir en 2023″, dijo en una entrevista telefónica Dilip Ratha, jefe de la Asociación Mundial de Conocimiento sobre Migración y Desarrollo, un proyecto del Banco Mundial. “Por eso esperamos una desaceleración muy fuerte”.

América Latina experimentará el crecimiento más rápido de las remesas que cualquier otra región en 2023, con un 4,7%. La expansión de la construcción y la hostelería en Estados Unidos impulsó el empleo y ayudó a los inmigrantes a enviar dinero a su país este año, según el informe.

Este año, las remesas a Europa y Asia Central se dispararon en más de un 10%, ya que la fortaleza del rublo ayudó a los trabajadores rusos a enviar más dinero. Es probable que los flujos desde Rusia hacia los países vecinos también aumenten en 2023, ya que algunos rusos trasladan a sus familias o sus negocios al extranjero tras la invasión de Ucrania por parte de su país.

Los indios serán los que más dinero envíen a casa este año, unos US$100.000 millones, seguidos por los trabajadores de México, China, Filipinas y Egipto. Se espera que más personas emigren por todo el mundo, convirtiéndose potencialmente en contribuyentes de los flujos de remesas, y el coste de sus viajes ya se ha reflejado en un impulso de las entradas de dinero en los países de tránsito, como México.

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