Bogotá — Fedesarrollo se unió al grupo de expertos que han dejado ver sus cartas de cuánto debería subir el salario mínimo en 2023. Sus apuestas son de 13,5% ($135.000) porque la inflación estimada para 2022 sería de 12,3% y la productividad crecería 1,2%, indicaron.
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Este miércoles será el inicio formal de los diálogos para la concertación del salario mínimo de 2023 y en medio de esto son varios los expertos que han dejado ver sus cartas sobre cuánto debería subir, incluido el viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara, quien dijo recientemente que el aumento debería ser del orden del 15% ($150.000) por el repunte que ha tenido la inflación.
Si el mínimo subiera el 13,5% que propone Fedesarrollo, este pasaría de ser de $1 millón a $1′135.000. Sin embargo, la discusión apenas inciará.
Según Luis Fernando Mejía, director del centro de pensamiento, la discusión del mínimo debe tener en cuenta cuatro aspectos:
- “La importante desaceleración del crecimiento económico para el próximo año, que pasará de crecer 7,7% en 2022 a 1,5% en 2023.
- La alta incidencia de la informalidad laboral en el total nacional, que continúa cerca del 60% de la población ocupada.
- La alta tasa de desempleo que, a pesar de un crecimiento de la actividad económica cercano al 9% en 2021 y 2022, continúa en promedio por encima del 11%
- Y que cerca de la mitad de los ocupados en Colombia tienen ingresos inferiores a un salario mínimo”.
“Aumentos del salario mínimo superiores al sugerido por la regla de inflación causada y productividad pueden generar presiones adicionales al alza en la inflación del próximo año, puesto que una buena parte de esos aumentos en exceso podrían ser trasladados a los consumidores vía mayores precios de los bienes finales”,
Luis Fernando Mejía.
Cabe decir que para evitar que la subida del mínimo impacte el precio de otros productos en Colombia y haga aún más caro el costo de vida en el país, el Minhacienda dijo que trabajarán en la desindexación del salario mínimo de todos los productos, pero “para ello se deben expedir una serie de decretos y tramitar unos proyectos de ley”.
Hasta el momento el Gobierno ha identificado 204 actividades y servicios que están indexadas al salario mínimo, es decir, que aumentan sus costos y precios según el porcentaje en el que suba el mínimo. Algunos de estos son los valores de las viviendas de interés social y prioritario, sanciones, algunos subsidios, el valor mínimo de las pensiones, entre otros.
De otro lado, Mejía expuso que “es importante insistir en la necesidad de discutir ampliamente una reforma laboral que, en vez de aumentar los costos de contratación, pueda adoptar medidas que permitan aumentar la productividad laboral, con elementos como la estructura de cotizaciones a la seguridad social en salud, la calidad y pertinencia de la educación y la formación para el trabajo”.
