Barcelona, España — España se está perfilando como un lugar atractivo para aquellos que buscan innovar. El país está entre los que más se destacan en el ecosistema europeo de las startups, con perspectivas animadoras para los emprendedores a pesar del turbio escenario macroeconómico global.
En diálogo con Bloomberg Línea, referentes del sector analizaron los factores que han llevado a que el país crezca en este área a lo largo de los últimos años, con ventajas que van desde precios más atractivos, presencia en diversos nichos empresariales, la descentralización territorial e incluso el estilo de vida español. No obstante, también remarcaron que hay desafíos con los que lidiar, como el menor incentivo gubernamental que en otros países y el foco en las empresas que están naciendo, más que en aquellas que necesitan escalar.
Según el informe Startup Ecosystem Rankings 2022, elaborado por StartupBlink, un centro de investigación de empresas emergentes, España se encuentra en la décima posición de los principales países para el capital de riesgo en Europa, considerando una métrica que lleva en cuenta la cantidad y la calidad de empresas en operación, además del entorno empresarial.
Aunque su puntuación, de 14,48, dista de los 52,56 puntos del primer colocado Reino Unido, el director de Endeavor, Antonio Iglesias, observa que las empresas emprendedoras en España han crecido rápidamente en los últimos años. La inversión acumulada en las startups españolas va en aumento, con más de US$ 4.000 millones asegurados en 2021, de acuerdo con un informe de la compañía.
Prosperidad vs Retos
Es cierto que el sombrío panorama internacional actual puede ralentizar el ritmo de crecimiento del sector. No obstante, Iglesias le dijo a Bloomberg Línea que su expectativa es de que el número total de unicornios españoles se duplique para finales de 2023. En 2021, siete compañías habían alcanzado el status de unicornio (con valoraciones superiores a US$ 1.000 millones). Y en lo que va de año, otras tres lograron este hito: Fever, Travelperk, Factorial.
“El grifo se está cerrando en ámbito mundial, pero no del todo. Aunque hay menos caudal, los recursos se dirigirán a las oportunidades más atractivas en material de costos y eficiencias”, dijo el ejecutivo de Endeavor.
Una prueba de que el grifo sigue abierto, pese al escenario macro retador, ha sido la captación US$ 120 millones, el mes pasado, por la barcelonesa Factorial. Con esta ronda, la startup, que desarrolla un software para gestión de plataformas de recursos humanos, conquistó la categoría de unicornio. Este mismo año, en julio, Seedtag se llevó 250 millones de euros en una única ronda de financiación.
¿Y por qué España?
Para Iglesias, el nivel técnico de los profesionales, aliado a los precios competitivos frente a otros países europeos, hace de España un buen candidato a los recursos de los capitalistas de riesgo. Además, según Iglesias, la burbuja de valoraciones en el país fue menor y muchos fondos de venture capital tienen que invertir porque que están cargados de capital.
“España está en el punto de mira de inversores de otros países porque es un buen banco de pruebas. Es un mercado barato y de buen tamaño y presencia un cambio de mentalidad resultante de los casos de éxito de los últimos años”, afirmó. “Luego hay otro elemento, el lifestyle. Por su nivel de calidad de vida, España atrae muchos talentos de fuera.”
Christian Hense, co-fundador de Universal DX, avala que el clima y la calidad de vida pueden ser “un factor convincente” para que los nómadas digitales se trasladen a España. La empresa alemana, que desarrolla pruebas basadas en la sangre para la detección temprana del cáncer, se trasladó a España también por la fama del sistema sanitario del país y por la “extensión natural de un mercado de 40 a 45 millones de españoles a más de 350 millones de hispanohablantes adicionales en América Central y del Sur”.
Otra ventaja del mercado español es que el país está muy diversificado en términos sectoriales y diseminado entre varias ciudades del territorio. “A diferencia de Francia e Inglaterra, donde el emprendimiento está muy centrado en una sola ciudad, aquí hay distintos polos que se están especializando en diferentes áreas: gaming en Valencia y en Barcelona, healthtech en Barcelona, logística y fintechs en Madrid, ciberseguridad en Málaga… A nivel país todo está muy diversificado”, explicó el directivo de Endeavor, reforzando que la reciente aprobación de la Ley de Startups por el Congreso de los Diputados español “es un primero paso para garantizar la retención de talento, captación e inversión” en el sector. Sancionado hace tres semanas y con previsión de entrada en vigor en enero de 2023, el texto va ahora camino del Senado para su aprobación definitiva.
Entre los principales puntos del anteproyecto están la definición de una startup como una empresa emergente de nueva creación (con menos de cinco años de antigüedad o siete en el caso de las biotecnológicas y energéticas), algunas ventajas fiscales (impuesto de sociedades que pasaría del 25% al 15% en el primer año de beneficios) y una exención fiscal para las stock options de hasta 50.000 euros (el anterior límite eran 12.000 euros), una petición antigua del sector. Se calcula que la normativa va a impactar a 11.100 empresas emergentes en España, el cuarto país europeo en número de este tipo de compañías.
Juan de Antonio, CEO y fundador de Cabify, startup que nació en suelo ibérico y en poco tiempo de operación escaló a siete países de América Latina, comenta que España ha evolucionado mucho en los últimos diez años. “Cuando empezamos, en el 2011, había un ecosistema poco desarrollado y la realidad hoy es muy distinta.”
Las barreras
Sin embargo, aunque el ambiente parezca más favorable y receptivo a las startups, hay algunos desafíos que superar. Igor Tasic, que lideró por años el evento Startup Europe Week y hoy comanda la empresa Meta Ventures, cree que la gran dependencia de los recursos públicos afecta el desarrollo de proyectos más innovadores entre empresas y universidades.
Para él, este “vicio” alrededor del dinero público puede perjudicar la transferencia tecnológica en las universidades e incluso frenar el ímpetu emprendedor. Además, afirma Tasic, estos fondos generalmente financian el arranque de las operaciones, pero luego muchas startups no consiguen los recursos necesarios para escalar.
Esta observación de que hay más apoyo al nacimiento antes que al crecimiento también la comparte Antonio Iglesias, de Endeavor. “Las empresas no consiguen escalar hasta que están entre cinco y diez años de existencia”, dice el ejecutivo, para quien también hay que solucionar la “escasez de talento técnico” en España, ya que profesionales de generaciones anteriores no ven aún como una salida natural en su carrera el trabajar en el mundo de las startups. “La experiencia técnica y de gestión todavía no se atreve a dar el salto en este ecosistema, aunque ya hubo mejoría en este sentido.”
Para el ejecutivo de la Universal DX, que tras captar US$ 60 millones busca más capital para financiar su expansión, España podría ser aún más competitiva con la creación de incentivos fiscales para las inversiones en startups y empresas medianas innovadoras. “Creo que algunos países o gobiernos europeos apoyan sus ecosistemas innovadores de forma más proactiva, como el Reino Unido y Portugal”.
“Barna”, la más popular
La rivalidad entre las dos principales ciudades españolas, Barcelona y la capital Madrid, traspasa la política y el fútbol. La contienda también abarca las startups. Barcelona ha alargado la ventaja sobre Madrid como la ciudad más dinámica en el mundo del emprendimiento y de la innovación.
De hecho, se considera la capital catalana como la tercera ciudad europea favorita para emprender una startup, detrás de Berlín, Londres y por delante de Lisboa. Madrid ocupa el décimo puesto, según el informe Startup Heatmat Europe 2022, elaborado por la consultora especializada Deep Ecosystems. El estudio es basado en una muestra de más de 24.000 fundadores de startups, distribuidos por todo el continente, que dieron su voto para los centros dónde piensan emprender.
Conforme el estudio, esta popularidad tiene que ver con la afluencia del capital de riesgo en la ciudad: en 2021, las startups de Barcelona levantaron, en conjunto, más de € 2.000 millones por primera vez – la mayor parte vino de Glovo, app de pedidos de comida a domicilio, que recaudó sola un total de € 1.000 millones.