Bloomberg Línea — Este lunes, tras el dictamen del juez Emerson Curipallo, de la Unidad Penal de Santo Domingo, quien ordenó la excarcelación de Jorge Glas, el exvicepresidente dejó la prisión en la que permanecía desde 2017.
Curipallo aceptó una medida cautelar presentada por el ciudadano Cristhian Estalin Palacios a favor de Glas.
El exfuncionario del gobierno de Rafael Correa está sentenciado por corrupción, pero a inicios de noviembre la Corte Nacional de Justicia declaró nula una sentencia en su contra, declarando la vulneración del debido proceso.
Fue en la audiencia del 10 de noviembre en la que se declaró la nulidad en la sentencia por peculado, por la que se había condenado a ocho años el exvicepresidente junto a otras seis personas.
La boleta de libertad concedida por Curipallo obliga a Glas a presentarse una vez por semana en la Penitenciaría del Litoral y, además, tendrá prohibido viajar fuera del Ecuador.
Al exvicemandatario le han sido negados dos hábeas corpus, uno de ellos le permitió recuperar su libertad este año por algunos días, pero luego la medida fue anulada, en parte por la presión política y mediática de los casos en los que está involucrado.
Glas tiene vigentes una sentencia de seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht y otros ocho años de cárcel por cohecho por el caso Sobornos. El exfuncionario está privado de la libertad desde el 2017, pese a reclamos de su defensa en los que alega vulneración a los derechos humanos y complicaciones de salud.
Sin embargo, tras la nulidad ratificada a inicios de noviembre por el Tribunal, el exvicepresidente podría solicitar de nuevo la unificación de penas, pues en julio pasado cumplió el 60% de la sentencia de ocho años de prisión y la legislación bajo la que fue juzgado señala que la sentencia más larga absorbe a la más corta, abriendo las puertas a una solicitud de prelibertad, medida independiente a la acción cautelar que interpuso el ciudadano.
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