¿Cómo empeoró el drama de la pobreza en América Latina en los últimos tres años?

La pobreza disminuiría marginalmente en 2022, según CEPAL, pero la pobreza extrema tendría un alza similar. Las cifras siguen siendo peores que antes del covid

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Las heridas que dejó la pandemia del coronavirus, en materia social, siguen sin cicatrizar en América Latina: la región tiene aún más pobres que los que tenía en 2019, previo a los confinamientos mundiales. Así lo muestra un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que estima que al terminar 2022 habrá unas 201 millones personas bajo la línea de la pobreza en la región, cuando hasta 2019 esa cifra llegaba a 186 millones.

Por otro lado, alrededor de 82 millones de latinoamericanos terminarían 2022 en la más extrema pobreza, mientras que en 2019 había 70 millones de persona en esa situación.

Dicho estudio toma en consideración los datos de 18 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

CEPAL recuerda que los países con las mayores disminuciones de la pobreza en 2021 (Argentina, Colombia y Perú) también son los que en 2020 habían presentado los mayores aumentos. Brasil fue el único país que presentó un apreciable aumento de la pobreza extrema y la pobreza en 2021, tras haber sido también el único en que ambos indicadores cayeron en 2020. Pese a las disminuciones observadas, en la región la pobreza y la pobreza extrema siguen siendo más altas que antes de la pandemia.

Menos pobres que en 2021, pero más indigentes

La CEPAL proyecta que a fines de 2022 la pobreza afectará al 32,1% de la población y la pobreza extrema en 13,1%, es decir, una leve disminución del nivel de pobreza y un leve aumento de la pobreza extrema respecto a 2021, debido a efectos combinados del crecimiento económico, la dinámica del mercado de trabajo y la inflación.

Estas cifras implican que 15 millones de personas adicionales estarán en la pobreza con respecto a la situación previa a la pandemia y que el número de personas en pobreza extrema será 12 millones más alto que el registrado en 2019.

Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de un cuarto de siglo para la región”, subraya el informe de la CEPAL.

Mayor incidencia de la pobreza en las mujeres

La tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años es más alta que la de los hombres en todos los países. De igual forma, la pobreza es considerablemente más alta en la población indígena o afrodescendiente.

Tomando datos de 2021, la mayor diferencia se observa en República Dominicana, donde el 20,9% de las mujeres en ese rango etario son pobres, contra un 14,5% de los hombres.

“Independientemente del nivel de pobreza de los países, la tasa de pobreza de las mujeres en el rango etario mencionado siempre es más alta que la de los hombres, con diferencias que pueden llegar a superar los 5 puntos porcentuales, como sucede en la Argentina y el Brasil. En el promedio para América Latina, la pobreza de las mujeres supera a la de los hombres en 3,4 puntos porcentuales”, puntualiza el informe.

Además, destaca que la reducción de la pobreza observada en 2021 no contribuyó a reducir las brechas de género. El índice de feminidad de la pobreza solo disminuyó en Panamá, mientras que en los demás países se mantuvo constante o tendió al aumento.

Pobreza infantil

De acuerdo con las cifras más recientes de CEPAL, casi el 45% de los latinoamericanos menores de 18 años vive en condiciones de pobreza, porcentaje que excede en 13 puntos porcentuales al promedio de la población total de la región.

De esos 81 millones de jóvenes en situación de pobreza, 35 millones se encuentra en situación de pobreza extrema. En Colombia, Honduras y México, la mitad o más de las personas pertenecientes a este grupo etario está en situación de pobreza, y en la Argentina, Bolivia y El Salvador el porcentaje alcanza o supera el 40%.

En todos los países, las tasas de pobreza en este grupo superan la tasa promedio nacional, con diferencias de entre 1,2 y 2 veces.

Apagón educativo

Dado que América Latina y el Caribe sufrieron el apagón educativo más prolongado a nivel internacional (en promedio 70 semanas de cierre de establecimientos frente a 41 semanas en el resto del mundo), CEPAL advierte que se exacerbaron las desigualdades preexistentes en materia de educación. En este período, una de las principales limitaciones para la continuidad educativa fueron las desigualdades en el acceso a conectividad, equipamiento y habilidades digitales. En 2021, en 8 de 12 países de la región más del 60% de la población pobre menor de 18 años no tenía conectividad en el hogar.

CEPAL advierte que, de no actuar, existe un “riesgo de cicatriz permanente en las trayectorias educativas y laborales de las generaciones más jóvenes” de la región. En América Latina el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no estudia ni trabaja de forma remunerada aumentó de 22,3% en 2019 a 28,7% en 2020, afectando especialmente a las mujeres jóvenes (36% de ellas se encontraba en esta situación, comparado con un 22% de los hombres).