Bloomberg — La nave sin tripulación encendió su motor principal a las 16:52, hora del este, durante un minuto y 28 segundos, lo que le permitió entrar en lo que la NASA denomina una órbita retrógrada lejana, completando uno de los principales objetivos de la misión Artemis I de la agencia.
La misión pretende demostrar que la cápsula Orión es funcional y segura para los humanos. El vehículo permanecerá ahora en una órbita lunar alargada durante la próxima semana, lo que permitirá a la NASA probar cómo se comporta el hardware de la nave en el entorno lleno de radiación del espacio profundo.
El programa Artemis de la NASA comprende varias misiones con el objetivo de devolver personas a la Luna en la próxima década, por primera vez desde 1972. También tiene previsto enviar a la primera mujer y a la primera persona de color a la superficie lunar.
Artemis I se lanzó desde el Centro Espacial Kennedy de Florida durante la madrugada del 16 de noviembre, cuando el nuevo cohete Space Launch System de la NASA puso en órbita a Orion. El potente despegue causó algunos daños en la plataforma de lanzamiento, pero el nuevo cohete funcionó sin problemas, dijeron funcionarios de la NASA.
“Diré simplemente que los resultados fueron sorprendentes”, dijo Mike Sarafin, director de la misión Artemis de la NASA, durante una conferencia de prensa antes de que Orión alcanzara la órbita lunar. Añadió que el cohete “superó las expectativas”.
Tras su lanzamiento, Orión pasó sus primeros cinco días en el espacio viajando hacia la Luna. En su sexto día de vuelo, la cápsula Orión pasó cerca de la superficie lunar, acercándose a 81 millas (130 kilómetros) de la luna, y en un momento dado pasó directamente por encima del lugar de aterrizaje del Apolo 11, donde los humanos aterrizaron por primera vez en la luna en 1969.
Al pasar por la cara oculta de la Luna el 21 de noviembre, Orión encendió su motor principal durante dos minutos y medio, lo que le permitió entrar en la órbita lunar el viernes. Ese encendido del motor, combinado con el del viernes, ayudó a Orión a entrar en la órbita lunar.
Durante su estancia en el espacio, la cápsula experimentó algunos fallos menores, lo que la NASA ha llamado a veces “funnies”. Entre ellos, problemas con los rastreadores estelares de Orión, que la cápsula utiliza para la navegación por el espacio, y un fallo de comunicación, aunque ninguno de los percances ha puesto en peligro hasta ahora la misión.
El plan de la NASA prevé que Orión abandone la órbita lunar el 1 de diciembre, vuele cerca de la Luna el 5 de diciembre y finalmente se sumerja en el Océano Pacífico con paracaídas el 11 de diciembre.
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