Buenos Aires — En medio del invierno cripto, y a contracorriente de lo que sucede a nivel local, el exchange argentino Ripio decidió expandirse y anunció su desembarco en territorio estadounidense. “Hay veces que algunas decisiones parecen inoportunas, pero son el resultado de procesos que se encararon mucho tiempo atrás y siendo conscientes del escenario que se viene”, aseguró Alejandro Rothamel, Chief Legal Officer de la compañía.
“No somos nada ingenuos: sabemos que el invierno cripto va a durar y que también la coyuntura global es muy incierta a nivel macro”, sostuvo el ejecutivo en diálogo con Bloomberg Línea, aunque confió en que la empresa, que tiene alcance de 4,5 millones de usuarios, podrá afrontar las adversidades porque “tiene sus propios fondos y levantó una ronda el año pasado que le da bastante tranquilidad”.
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Rothamel, además, pronosticó que 2023 será un año más favorable para el mundo de las criptomonedas, luego de un 2022 en el que hubo “pérdida de confianza” y caída de precios.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
Bloomberg Línea: ¿Por qué decidieron expandirse a Estados Unidos en este momento?
Alejandro Rothamel: Siempre encaramos el desarrollo del producto de una manera global. Somos conscientes de que las cripto son un producto sin fronteras, por lo cual, un país específico siempre queda corto. Siempre que se abren posibilidades de evaluar empresas en otras jurisdicciones, lo hacemos. También hemos comprado una empresa de desarrollo hace poco más de un año que tenía parte de su estructura en Estados Unidos y Argentina. Siempre estamos tratando de expandirnos para dar ese alcance global, que por su naturaleza tiene su propia tecnología. Estados Unidos es un mercado muy complejo desde el punto de vista regulatorio y tiene mucha competencia. Conocemos el paño local y sabemos que hay una cierta base de clientes a la que le interesa operar en Estados Unidos, así que, principalmente, el motor de la apertura de nuestras operaciones allá se debe a eso. A una clientela latina que hay en miami. Tenemos el valor agregado de hablar el mismo idioma y con los mismos términos. En principio, nuestras operaciones están limitadas al Estado de Florida.
Entonces, apuntan al público latino de los EE.UU.
Nos pareció el primer paso más natural. Por supuesto que hay otros Estados de los que se puede esperar más volumen, pero también son mercados más saturados de oferta. Que apuntemos a Miami tiene que ver con eso, con el mercado latino. El poder dar soluciones a problemas que, en general, solamente conocemos los latinos.
¿Qué balance se puede hacer de este año?
El 2022 viene siendo un año difícil para cripto, no solamente en materia de volúmenes operados y precios, sino en la pérdida de confianza que hubo a raíz de la debacle que empezó con Terra y sigue con FTX.
Y, ¿cómo ven el 2023 para el ecosistema cripto, en general?
El año que viene vamos a ver soluciones tecnológicas que apuntan a que no haga falta confiar o, poniéndolo de otra manera, a solucionar el problema de la confianza con herramientas tecnológicas. Se espera un año un poco mejor en materia de volumen y de precios. El precio de Bitcoin y demás activos cambió mucho, pero en el caso de Bitcoin, ya se sacudió toda la escarcha de encima y parece que dijo: “Hasta acá llegué”. Hay una tendencia que parecería indicar que los turistas cripto ya se fueron por miedo o porque no confían en la tecnología, mientras permanecen los que tienen una visión a largo plazo y reconocen el potencial. Todo este año ha sido una gran purga del mercado a nivel mundial y lo que viene para 2023 es, probablemente, un escenario mejor, con soluciones tecnológicas que animen más a que la gente confíe en la tecnología y no en las personas.
En este contexto de caída de precios y crisis de confianza, ¿cómo evoluciona la rentabilidad de Ripio?
Somos una empresa muy cripto. Eso nos dio mucho viento de cola. La empresa tiene sus propios fondos y levantó una ronda el año pasado que le da bastante tranquilidad para pasar el invierno. Actualmente, es un mercado difícil y en el que hay cada vez más competencia, por lo que el margen de ganancia es mucho menor, pero estamos muy bien planteados para cambiar lo que vino y enfrentar lo que viene en los próximos meses. No somos nada ingenuos y sabemos que el invierno cripto va a durar y que también la coyuntura global es muy incierta a nivel macro.
¿Les parece prudente, entonces, expandirse en ese contexto?
Sí, como te imaginarás, todas estas cosas requieren mucha planificación y también hay mucha ejecución de procesos, de detrás de escenas que llevan tiempo. Hay veces que algunas decisiones parecen inoportunas, pero son el resultado de procesos que se encararon mucho tiempo atrás y siendo conscientes del escenario que se viene. Hoy por hoy, creo que es bueno tener operaciones en más de un país porque, a veces lo buscan los propios clientes, pero también para diversificar los riesgos locales que se puede tener en países como Argentina, con políticas que no se sabe bien a dónde apuntan.
¿Cuánto market share aspiran a ganar en Estados Unidos?
No estoy en esos números, pero la idea no es salir a competir con los grandes en Estados Unidos. Tenemos una visión muy conservadora. Es un mercado que estamos empezando a conocer. El tiempo dirá cómo resulta eso.