Bogotá — Cuando se creía que el criptoinverno había comenzado a ceder y el mercado empezaba a estabilizarse, la plataforma de criptomonedas FTX se declaró en quiebra en medio de las dudas sobre su solvencia, la fuga de capitales y en este contexto reconoció que puede tener más de un millón de acreedores en el mundo.
La caída de FTX, que estuvo valorada en US$32.000 millones, “está teniendo un efecto contagioso en la industria” y “estamos viendo que las empresas afiliadas se enfrentan a sus propias crisis de liquidez y detienen los depósitos y retiros de los clientes, dañando gravemente la confianza del consumidor en el proceso”, dijo a Bloomberg Línea el especialista en criptomonedas en Finder, James Edwards.
Por su parte, el asesor de inversiones en criptoactivos en CR Academia, Camilo Rodríguez, coincide en entrevista con Bloomberg Línea en que la caída de FTX generó un efecto contagio, “una etapa en el mercado en la que un gran jugador de una industria cae y eso afecta a otras empresas, porque todos los mercados están conectados” y “todas las empresas están interrelacionadas”.
“El efecto de la caída de este jugador genera una gran honda secundaria en los demás. Todavía falta una última caída que valide la finalización de esta tendencia. Claramente todavía no se ha descubierto el efecto a profundidad de cuántas empresas fueron realmente afectadas durante este hackeo y esta maversación de fondos. Ambas cosas que sucedieron en FTX está generando en este momento un efecto dominó hacia otras pequeñas industrias que también tenían diversificados sus fondos en este tipo de casas de cambio tan grandes a nivel mundial”, dijo Camilo Rodríguez.
Sobre el impacto directo en Colombia, detalló que a ciencia cierta es muy difícil saber qué empresas utilizaban FTX como una pasarela de pagos, “pero sí va a ser muy claro y notorio que si estas compañías no divulgan un comunicado, si no avisan con tiempo de que tenían parte de sus fondos en este tipo de plataformas, podrían caer en la bancarrota e incluso perjudicarían a los usuarios a largo plazo”.
“Todavía no se ha anunciado ninguna empresa colombiana que utilizara FTX como pasarela de pagos; sin embargo, también puede que ser que lo oculten, dado que genera una falta de confianza también por parte de los usuarios. Comunicarlo sería lo más transparente, depende la empresa querer decírselo o no a sus usuarios”, apuntó.
El fundador de la plataforma de dólares digitales Zulu, Esteban Villegas, manifestó a Bloomberg Línea que definitivamente esta situación “es un retroceso” y seguramente va a devolver a la industria dos o tres años atrás “como mínimo” en la adopción de criptomonedas, “pero eso simplemente es un impulso de lo que se va a venir en los siguientes cinco años”.
“Del lado de los consumidores hay que tener mucho cuidado y hay que escoger muy bien uno con quien trabaja. (…) Privadamente nosotros sabemos de muchas compañías que están expuestas a FTX y es muy claro que en los siguientes tres a seis meses muchas empresas en el mundo, y específicamente en Latinoamérica, saldrán del juego. Todavía no es público porque están en proceso de bancarrota, pero es claro que exchanges y fintechs no reguladas están expuestas a este tipo de riesgo y eso va a generar un problema para los consumidores”, advirtió.
FTX y Colombia
Después de Brasil, Colombia sería el segundo país latinoamericano más afectado por la caída de FTX si se tiene en cuenta su aporte al porcentaje de visitantes únicos mensuales y participación en el tráfico de ese exchange, de acuerdo a la plataforma que rastrea el precio de las criptomonedas CoinGecko.
“El informe también reveló que los colombianos representaron el 1,3% de los visitantes mensuales del exchange, lo que equivale a aproximadamente 62.900 colombianos cada mes”, complementó Edwards.
De acuerdo a cifras del último índice de adopción de criptomonedas de Finder, alrededor de 5,9 millones de colombianos tenían criptomonedas hasta el tercer trimestre de 2022, antes del colapso de FTX.
“Es probable que por algún tiempo sigamos viendo los efectos dominó del colapso de FTX”, añadió James Edwards, quien considera que en 2023 es posible que el ecosistema de las criptomonedas sea testigo “de una mayor regulación a medida que los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan por proteger la estabilidad financiera al mismo tiempo que impulsan la innovación”.
“Lo peor puede estar por venir con Génesis, de la que se advierte una posible bancarrota. Su empresa matriz, Digital Currency Group (DCG), administra varias otras empresas, como Grayscale Investments y el medio de comunicación CoinDesk. Según los informes, DCG está buscando recaudación de fondos para continuar con sus operaciones. Si no encuentra financiamiento, puede provocar la liquidación de Grayscale Bitcoin Trust (GBTC), lo que ejercerá una significativa presión a la baja en el mercado”, apuntó.
El impacto “todavía no se ha visto al 100%”
Camilo Rodríguez, de CR Academia, explicó a Bloomberg Línea que la caída de un actor sobre el que “recaída una gran liquidez y base monetaria traiciona a todos los holders, malversando los fondos de sus propios usuarios”.
“Aquí claramente entra en juego la importancia de la descentralización y que el mercado todavía es muy sensible a los impactos de un jugador institucional, porque la gente sigue usando casas de cambios centralizadas. Entonces el impacto está justamente en que la gente todavía necesita aprender a usar wallets, a guardar su dinero, fuera del impacto de terceros y a diversificar su riesgo”, apuntó.
Rodríguez analiza además que la liquidez que se ha perdido no va a volver al mercado pronto y esto generará desafíos para que surja una nueva ola de inversores, al mismo tiempo que podría minar la confianza en esta industria y por lo anterior estos revisarían con más detalle si van a poner su dinero en el ecosistema.
“El impacto que tiene FTX todavía no se ha visto al 100%, todavía se deconoce el número de empresas implicadas. Si bien ya muchas anunciaron pérdidas y buscaron planes de compensación, la realidad es que el efecto del dinero perdido en FTX genera básicamente un criptoinvierno todavía mucho más largo. En mi opinión, 2023 todavía va ser un año bajista y de lateralización, sin impulsos al alza hasta inicios de 2024, mucho más cerca del ciclo de halving de bitcoin”, remató.
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