Bogotá — El mercado de las acciones cada vez luce más opaco. Cada vez hay menos emisores protagonistas, los volúmenes negociados siguen cayendo y el Gobierno no ha querido impulsar las modificaciones que se necesitan para darle un nuevo aire.
Hace 4 años en la Bolsa de Valores de Colombia se negociaban en promedio, en el mercado de renta variable, $160 mil millones diarios, y en la actualidad, las ruedas de negociación están teniendo alrededor de $40 mil millones negociados a diario.
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De hecho, una de las grandes preocupaciones que hay hoy en merado de renta variables es que el mercado colombiano pase a considerarse como un mercado frontera.
Hace algunos años sucedió algo similar con el mercado de valores peruano el cual llegó a ser catalogado como mercado frontera dado que los volúmenes que negociaba diariamente era muy pequeños haciéndose poco atractivo para los grandes inversionistas extranjeros.
Un mercado frontera es un tipo de país en vías de desarrollo más avanzado que los países menos desarrollados, pero demasiado pequeño para ser considerado un mercado emergente.
No es posible determinar objetivamente cuáles son los mercados cuyos activos cotizantes pueden ser incorporados en esta categoría con base a condiciones definidas o variables económicas declaradas.
Sin embargo, podría decirse que todos los países que no estén incluidos el índice MSCI All Country World Index son considerados - al menos desde el punto de vista de los inversores institucionales de mercados desarrollados - países fronterizos.
De seguir reduciéndose los volúmenes negociados, y de seguir perdiendo participación dentro de los índices de MSCI, Colombia corre el riesgo de ser considerado como uno de estos mercados al igual que Argentina, Jamaica, Bulgaria, Kenia, Líbano o Sir Lanka, entre otros.
Estampida de emisores
Ha pasado más de una década desde la última emisión de acciones primaria que se realizó en el mercado de valores de Colombia. Avianca en 2011 fue la última empresa en listar sus acciones en la BVC.
Pero a las dificultades para atraer nuevos emisores de acciones se suma que los que ya estaban listados han cancelado sus inscripciones en el Registro Nacional de Valores y Emisores. De hecho, en los últimos 25 años son más de 100 los emisores que han abandonado la bolsa local.
Solamente este año se deslistaron Coomeva EPS, Productos Familia y el Fondo Ganadero del Tolima. Pero, además, ya se aprobaron los deslistes de las acciones de Valores Industriales y Cemex Latam Holdings.
En 2021 se fueron Avianca Holdings tras un largo paso por Capitulo 11 y Cartón de Colombia y un año antes, en plena pandemia, se fueron Gas Natural y Tecnoglass. La OPA de desliste con la que se fue Biomax fue en 2019 y meses atrás, en 2018, se fueron Valorem y Odinsa.
La lista es larga, en estos 25 años se han ido otros emisores como Tejicondor en 2022, Colpatria y Bavaria en 2007, Cine Colombia en 2008, Carulla en 2010, Telefónica en 2012, Interbolsa en 2013, Helm Bank y Petrominerales en 2014, Pacific Rubiales en 2016 e Isagén en 2017 entre muchos más.
Un mercado seco
A la ya escasa liquidez del mercado colombiano se le suma que las recientes ofertas públicas de adquisición que lanzó Gilinski por 2 compañías del GEA terminó de quitarle atractivo al mercado local.
Con las OPA la lista de emisores protagonistas se redujo más. Grupo Sura y Grupo Nutresa se convirtieron en acciones de muy baja liquidez en la que con pequeños montos negociados se producen variaciones de precio de hasta 2 dígitos.
De acuerdo con la clasificación que hace la Superintendencia Financiera de Colombia solamente hay 7 acciones de lata liquidez en el mercado colombiano: Ecopetrol, Bancolombia Preferencia y Ordinaria, ISA, Grupo Aval Preferencial, Celsia y Grupo Argos ordinaria.
Hay otras 24 especies que son de bursatilidad media, otras 7 de baja bursatilidad, 9 de mínima y otras 28 que nunca se negocian en el mercado colombiano.
