Guatemala — La concesión de Escuintla a Puerto Quetzal se solicitó en el 2015 y se adjudicó en el 2018 al Consorcio Autopistas de Guatemala, S.A (Convia) por la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie) bajo el modelo de Alianzas Público Privadas (APP).
El contrato fue aprobado por medio del Decreto 18-2021, alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica, como parte del proyecto denominado: “Rehabilitación, administración, operación, mantenimiento y obras complementarias de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal con cobro de peaje”.
La Autopista Escuintla - Puerto Quetzal abarca 42 kilómetros en cada sentido más 20 Kilómetros complementarios, para un total de 104 kilómetros de carretera que recorrerá Escuintla - Puerto Quetzal y una inversión estimada que asciende a unos US$125 millones.
Convia debe ejecutar un proceso de rehabilitación del tramo sur-norte (desde Puerto Quetzal a Escuintla) para mejorar la movilidad y el cumplimiento de algunos indicadores, para luego arrancar formalmente la construcción.
¿Cuánto percibirá el Estado de Guatemala?
El Estado percibirá regalías en los primeros 8 años del 4% de los ingresos generales, a partir del noveno año será del 5% más lo estipulado en el contrato del 36%, siendo un total de 41% de regalías que irán a instituciones que se encuentran establecidas en dicho contrato.
Según un estudio elaborado por Central American Business Intelligence por sus siglas (CABI), los posibles impactos económicos y sociales de la autopista apuntan a la proyección de un aporte fiscal estimado en Q3.000 mil millones durante los 25 años de operación.
Además, el Canon se calculó en Q2.000 mil millones en 25 años y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) relacionado al cobro de peaje y el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Huella económica
Otros datos del estudio reflejaron que, durante la construcción de la Autopista Escuintla - Puerto Quetzal, que podría arrancar durante el primer trimestre de 2023 y que deberá durar unos 24 meses, se generarán Q6.000 mil millones anuales y superiores a los Q10.000 mil millones a partir de los primeros años de operación.
Esto representaría hasta 1,5% del PIB anualmente durante los años de operación, sumados los beneficios para los usuarios, será un importante motor económico no solo para los municipios y departamentos de influencia (Escuintla, Masagua, Puerto de San José, Iztapa y Taxisco), “sino que para toda la economía guatemalteca”, comentó Paulo de León, director de Cabi.
En temas de empleo se generarán más de 20 mil puestos directos e indirectos durante la vigencia del contrato (25 años).
Proyección de tarifas del peaje
Por esta Autopista y según Convia, transitan a diario unos 15.000 vehículos, de los cuales 10.000 son livianos.
Por lo anterior, y basados en las tarifas actuales de la Autopista Palín – Escuintla, el cobro del peaje podría quedar de la siguiente manera:
- Vehículos livianos Q15
- Vehículos de tres ejes Q45
- Vehículos de cinco ejes Q75
El estudio considera que por el mal estado de la carretera (previo a la intervención de la empresa adjudicada), el costo adicional por transitar el tramo 42 kilómetros desde Escuintla, hasta Puerto Quetzal por vehículo liviano asciende a Q24.01, para uno de carga el costo adicional es de Q61.65 y para el pesado de Q79.87
En total una carretera en mal estado genera para los usuarios un acumulado de Q400 millones anuales por concepto de reparaciones, neumáticos y desgaste, también los embotellamientos y en consecuencia mayor tiempo de tránsito tienen un gasto anual en combustible por Q1.417 mil millones y el costo de oportunidad por esa demora asciende a Q405 millones al año.
La Autopista Escuintla-Puerto Quetzal contará con pasarelas, paradas de buses, sistemas inteligentes, cámaras de seguridad, y asistencia vial.
Impacto regional
Los resultados reflejan un posible aumento de la productividad empresarial a través del comercio exterior ya que es una de las rutas principales para la importación y exportación de productos como azúcar, alcohol, carbón, hierro, cemento, combustible, automóviles, y carga en contenedores, entre otros.
También, beneficiará al sector turístico y se estima que más de 455.000 viajeros no residentes recorren la ruta en un lapso de seis años.
