Bloomberg — Economistas de la Fed presentaron a los formuladores de políticas informes que mostraron un 50% de probabilidades de que EE.UU. entre en recesión durante el próximo año.
La cifra se desprende de los riesgos de un menor gasto de los consumidores, riesgos económicos a nivel global y mayores subidas de tasas de interés.
La previsión, detallada en las minutas de la reunión de la Fed correspondientes al 1 y 2 de noviembre, fue la primera advertencia de este tipo desde que el banco central comenzara a subir sus tasas en marzo.
“El lento crecimiento del gasto interno privado real, el deterioro de las perspectivas mundiales y el endurecimiento de las condiciones financieras se consideraron riesgos destacados para la proyección de la actividad real; además, la posibilidad de que una reducción persistente de la inflación requiriera un endurecimiento de las condiciones financieras mayor de lo previsto se consideró otro riesgo a la baja”, según las minutas.
“El personal, por lo tanto, continuó juzgando que los riesgos para la proyección de referencia de la actividad real estaban sesgados a la baja y consideró que la posibilidad de que la economía entrara en recesión en algún momento durante el próximo año era casi tan probable como la de referencia”.
El influyente personal de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal en Washington desempeña un importante papel en el proceso de elaboración de la política monetaria a través de informes sobre las condiciones económicas y las previsiones preparadas para los participantes en el FOMC que toman las decisiones finales sobre las tasas de interés en las reuniones.
En comparación, la media de economistas encuestados por Bloomberg este mes veían una probabilidad de recesión del 65% en el próximo año. Un modelo de Bloomberg Economics sitúa la probabilidad en el 100%.
En la reunión, el FOMC decidió elevar la tasa de interés de referencia del banco central en tres cuartos de punto porcentual -el triple de lo habitual- por cuarta vez consecutiva, en un intento de reducir la inflación, que se disparó este año hasta los niveles más altos en cuatro décadas. Sin embargo, los funcionarios también señalaron que pronto ralentizarían el ritmo de endurecimiento, lo que daría a los banqueros centrales más tiempo para juzgar el impacto de las anteriores subidas de tipos en la economía.
Durante una conferencia de prensa después de la reunión, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a los periodistas que creía que “nadie sabe si va a haber una recesión o no y, si es así, qué tan mala sería esa recesión.”
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