Bloomberg — Los bancos centrales mundiales deben seguir subiendo las tasas de interés para luchar contra la inflación creciente y generalizada, incluso cuando la economía mundial se hunde en una desaceleración significativa, dijo el martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El inesperado aumento de los precios y su impacto en los ingresos reales está perjudicando a la gente en todas partes, creando problemas que sólo tienden a empeorar si los responsables de la política monetaria no actúan, dijo la organización con sede en París.
La OCDE elevó las previsiones de inflación para 2023 en comparación con sus proyecciones de septiembre y predijo que el aumento de los precios al año siguiente se mantendrá muy por encima de los objetivos de muchos bancos centrales: en el 2,6% en Estados Unidos, el 3,4% en la Zona Euro y el 3,3% en el Reino Unido.
”En este momento, controlar la inflación tiene que ser la máxima prioridad, de lo contrario podríamos acabar en una espiral de precios y salarios como la que tuvimos en los años 70, o enfrentarnos a situación en la que la inflación se afiance tanto que el dolor necesario para controlarla sea aún mayor”, dijo el economista jefe interino de la OCDE, Álvaro Santos Pereira, en una entrevista a Bloomberg News. ”Los riesgos de un exceso de subidas (de las tasas) son ciertamente menores que los riesgos de la inacción”, añadió.
La prescripción llega en una coyuntura difícil para la economía mundial, que ya se está ralentizando bajo el peso de los crecientes costes de la energía mientras Rusia mantiene su guerra en Ucrania. Otro riesgo de la subida de las tasas interés es el encarecimiento del crédito, especialmente para los países de renta baja. Según la OCDE, dos tercios de ellos ya están en situación de gran endeudamiento.
Aun así, la organización dijo que algunos de los primeros signos de éxito en la contención de los precios muestran que los bancos centrales deberían mantener un rumbo restrictivo. Destacó a Brasil como un país en el que el rápido inicio de las subidas de tipos ha hecho que la inflación empezara a remitir en los últimos meses. Los datos recientes también apuntan a un cierto progreso en la lucha contra la inflación en Estados Unidos.
La OCDE afirmó que, aunque la economía mundial sufrirá una “importante desaceleración del crecimiento”, no prevé actualmente una recesión. De hecho, ha revisado al alza algunas de sus previsiones de crecimiento, sobre todo para la Zona Euro, donde ahora ve una expansión del 0,5% en 2023 en lugar del 0,3% que preveía en septiembre.
Pereira dijo que el ahorro de los hogares por la pandemia está amortiguando el consumo y que el apoyo de la política fiscal en Europa ha sido “bastante significativo” en comparación con la evaluación de la OCDE de septiembre. Sin embargo, advirtió que debe estar mejor orientada para garantizar que proteja sólo a los hogares vulnerables sin avivar aún más la inflación o sobrecargar las finanzas públicas.
”En la lucha contra la subida de precios, también es esencial que la política fiscal vaya de la mano de la política monetaria”, dijo Pereira en una introducción al último informe económico de la OCDE. “Las decisiones fiscales que aumenten las presiones inflacionistas darán lugar a tasas de interés aún más elevadas para controlar la inflación”.
(Traducción Michelly Teixeira)