Bogotá — En medio de la incertidumbre que genera una posible recesión económica mundial, Colombia se aferra a China, el principal inversor asiático en el país, para desarrollar negocios en diversas áreas, por lo que ya ha nominado a un embajador y prevé diversificar su canasta exportadora a ese mercado más allá de los hidrocarburos.
China y Colombia estrechan lazos en medio de los vientos de una recesión global, al punto de que el embajador chino en el país, Lan Hu, destacó que “la relación entre ambas naciones está en el mejor momento de su historia”.
“Debemos seguir trabajando para lograr una cooperación más profunda para promover el desarrollo industrial e integrado del país, creando condiciones propias para que la industria colombiana esté a la vanguardia en Latinoamérica”, destacó el embajador durante el VI Diálogo China-Colombia celebrado en Bogotá.
Colombia “tampoco se puede alejar mucho de EE.UU., pero creemos que puede haber una muy buena oportunidad para temas de comercio e inversión”, dijo en conversación con Bloomberg Línea la directora ejecutiva de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio, Ingrid Tatiana Chaves.
La ejecutiva explica que en lo corrido del año el país sudamericano ya completa US$5.000 millones en exportaciones a China y las importaciones desde ese destino llegan a US$12.000 millones, por lo que uno de los retos más claros es poder equilibrar la balanza comercial y profundizar en otros segmentos en los que haya oportunidad.
Desde la Cámara Colombo China destacan que el comercio bilateral ha aumentado 25 veces en la última década. En la actualidad, esta actividad se concentra en la operación de 95 compañías que tienen operaciones en el país.
Ante vientos de recesión mundial, Colombia quiere abrir más oportunidades de negocio en áreas como la infraestructura y la energía, especialmente en lo que tiene que ver con las fuentes renovables, así como impulsar las exportaciones no tradicionales como el café tostado y las flores.
También prevé impulsar las exportaciones de la industria manufacturera a China y sobre este punto Tatiana Chaves resaltó que hay un ‘boom’ de los vestidos de baño, destacando el caso de la compañía Agua Bendita.
Estos movimientos se dan en un momento en el que el país busca imponer medidas proteccionistas a los productos que vienen de Asia.
A principios de este mes el Gobierno colombiano publicó un borrador de decreto para comentarios en el que indica que los textiles importados provenientes de los países con los que no se tienen acuerdos comerciales se gravarían con un impuesto hasta del 40% con miras a “promover la competitividad nacional y el empleo”, según indica el texto.
Sobre estas acciones, Tatiana Chaves mencionó que los empresarios chinos “no recibieron tan bien” esta noticia, “pero siguen con la esperanza y siguen impulsando el tema de la manufactura para China”.
Para el 2023 considera que uno de los productos estrella de Colombia en China serían los de la industria cárnica y por tanto se están adelantando los diferentes trámites fitosanitarios.
“La pandemia retrasó todo ese proceso tan largo, pero el producto cárnico tanto porcino como bovino creo que es el producto estrella con el que Colombia, así como otros países, han logrado entrado al mercado chino”, comentó.
Aumentar el flujo de turistas
Tanto para el Gobierno colombiano como para la Cámara Colombo China poder aumentar el flujo del turismo desde ese país es una de las prioridades en la agenda, por lo que se está a la espera de que China reabra sus fronteras tras la flexibilización de su política de Covid cero para impulsar ese plan.
“Esperamos que, para el segundo semestre, yo no creo que para el primero, se abra esa frontera y comience ese flujo de turistas”, agregó Ingrid Tatiana Chaves.
Al respecto, manifestó que entre los aliados de la Cámara hay “bastantes empresas que se dedican a esto” y que el objetivo es captar ese turismo chino, para lo cual el país primero deberá prepararse.
Mencionó en ese sentido que los esfuerzos estatales deberían concentrarse en educar al sector turístico de hoteles y agencias de viajes para recibir al turista chino “porque tienen ciertas particularidades”.
“Si le pegas al punto te los ganas. Por ejemplo, a los chinos les gusta tener la información en su idioma y tal vez Colombia todavía no está preparada en el tema del mandarín. Pero los hoteles, las agencias de viajes, pueden empezar por eso, a poner esa información, a vender ese paquete turístico tal vez en su propio idioma, tal vez con una cuenta de WeChat que ellos es lo que más usan”, añadió.
Acercamiento cultural
En conversación con Bloomberg Línea, el embajador nominado de Colombia en China, el reconocido director de cine, guionista y productor Sergio Cabrera, señaló que el plan en ese país es poder acercar ambas culturas, desde una óptica diferente.
“Por el mundo en el que me he movido al ser embajador seguramente tendré muchas facilidades para trabajar el área cultural, que es muy importante para lograr tener una imagen más realista de nuestros dos países”, dijo Cabrera.
El embajador nominado manifestó que la cooperación entre ambos mercados se debe mantener y fortalecer a partir de los puntos de vieja data, pero también con nuevos asuntos como la transición energética, el calentamiento global, educación, ciencia y tecnología.
“Con el embajador chino en Colombia hemos tenido como cuatro reuniones. En principio la tarea global es fortalecer las relaciones. Hay tareas adicionales que para mí son muy importantes como que la imagen de Colombia en China y la de China en Colombia correspondan más a la realidad, que esa imagen un poco abstracta y difusa que tenemos nosotros de ellos y ellos de nosotros. Todo eso en el área cultural y artística, en donde yo me muevo muy bien, espero fortalecerlo mucho”, dijo.
Sergio Cabrera domina el mandarín puesto que vivió en China cuando su padre trabajaba como profesor en ese país. Llegó con 13 años y dejó el país con 23, con lo que se educó prácticamente en China.
Sobre su nombramiento oficial, aclaró que este no se ha hecho efectivo puesto que cuando le ofrecieron el cargo de embajador tenía un contrato hasta el 31 de octubre para dirigir una ópera en el teatro Julio Mario Santo Domingo y “entonces hubo que esperar hasta hace quince días para comenzar los trámites”.
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