Bogotá — En momentos de incertidumbre económica como los actuales por una posible recesión global, es clave poder optimizar sus ingresos al máximo y proyectarse para poder contar con un respaldo financiero en caso de que se requiera. Pero, ¿qué acciones debería hacer una vez le paguen su salario?
La economía colombiana afronta presiones de diferentes tipos que retan las finanzas de los hogares del país en medio de una fuerte inflación que ya llegó al 12,22% anual en octubre, nuevamente con el impulso de los alimentos.
Con el alza de precios en el país se tiene que el aumento del salario mínimo definido para este año de 10,07% ($1′117.172 con auxilio de transporte) ya fue consumido por la inflación.
A este contexto se suma una marcada depreciación del peso colombiano frente al dólar que le ha llevado a mínimos históricos, lo que en un contexto de alta inflación podría impactar aún más en los costos de los productos importados.
Y en este contexto, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó que la tasa de desempleo nacional se ubicó en el 10,7% en septiembre en Colombia, una caída frente a lo reportado en el mismo mes del año pasado cuando esta era del 12%.
Frente a las cifras divulgadas por el Dane, el presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló que “esta es la variable fundamental y más importante de la economía. El volumen de puestos de trabajo que se generen. La política anticíclica del gobierno, frente al estancamiento económico mundial, debe ser propugnar porque los puestos de trabajo crezcan”.
Con este panorama, los hogares tienen el desafío de mantener el bienestar de sus finanzas y alcanzar este objetivo comienza desde la gestión de los ingresos, por lo que estas cinco recomendaciones podrían serle de utilidad:
- Definir un presupuesto y pagar deudas: antes que nada, los especialistas en finanzas personales señalan que incluso antes de que reciban su salario las personas deberían definir un presupuesto que sirva como hoja de ruta para administrar la economía familiar, permitiéndoles organizar los diferentes compromisos, ahorrar e incluso responder a imprevistos. De acuerdo a Juliana Matiz, fundadora de la plataforma de educación financiera Investopi, un “presupuesto realista” debería contemplar una separación sencilla de los gastos para empezar a poner en práctica, teniendo en cuenta en cuenta categorías como vivienda (servicios públicos, arriendo o pago de cuota) con un 30% del total del presupuesto asigando; alimentación (mercado, domicilios y comidas por fuera) con el 20%; educación propia o de los hijos con un 20%; transporte, ocio y demás con 15%; pago de deudas (tarjetas de crédito y otros prestamos) con 10% y ahorro e inversión con 5% (como mínimo).
- Destinar una porción al ahorro: reservar un porcentaje de los ingresos es clave en tiempos como los actuales, por lo que en lo posible los hogares deberían ahorrar como mínimo un 5% de su salario y en lo posible un 20% una vez reciban ese dinero. Se recomienda que el ahorro sea un ejercicio establecido dentro del propio presupuesto y que no sea el dinero sobrante después de cumplir con todos los compromisos financieros. En un país tan desigual como Colombia las oportunidades de ahorro están limitadas a un pequeño segmento de la población, con lo que invertir es una posibilidad aún más remota. De acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), un 75,9% de los hogares reconoció en septiembre que no tiene posibilidades de ahorro. Sin posibilidades de ahorro, muchos de estos hogares seguramente verán truncados sus proyectos y no podrán responder frente a una situación de crisis.
- Generar algún tipo de inversión: Quienes tienen la posibilidad de ahorrar deberían tratar de generar rendimientos con el dinero que tienen disponible y no simplemente dejarlo estático, dado que por la alta inflación y depreciación de la moneda podría perder valor en el tiempo. En este sentido es clave poder generar rendimientos con algún tipo de instrumento financiero de acuerdo al perfil de riesgo de cada persona, bien sea en mecanismos más conservadores como los CDT que rinden por encima de la inflación o los que conllevan un mayor riesgo como el mercado bursátil.
- Invertir en conocimiento: el fundador de la plataforma Mis propias finanzas, Juan Pablo Zuluaga, dice una vez recibe su salario también debería destinar una parte al conocimiento para mantenerse actualizado. “Cómprate un libro, un curso, algo que te ayude a incrementar y elevar tu conocimiento financiero”, dice a través de un video. Las edtech (plataformas de tecnología educativa) son una opción de aprendizaje práctico, simple e incluso más económico para que las personas puedan explotar sus intereses y desarrollar sus conocimientos.
- Destinar una parte al bienestar: para Zuluaga también es clave que las personas puedan destinar, en lo posible, una parte de sus ingresos al bienestar personal. En tiempos en los que fenómenos como la renuncia silenciosa, el síndrome del trabajador quemado, entre otros, cobran relevancia, la salud mental es clave para poder mantener el ritmo. “Destina un porcentaje de ese salario para divertirte, para pasarla bien, para gastar en las cosas que más te gustan. Ojalá sean experiencias y no cosas materiales”, recomienda el especialista en finanzas personales.
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