Bogotá — Luego de las protestas generadas por el aumento del precio de las matrículas en el país, el Gobierno y las universidades acordaron el límite de los incrementos que estas podrán realizar en el 2023 en medio de un escenario de alta inflación que le pone más presión a la economía de los hogares.
En días pasados se registraron unas masivas protestas en Cali promovidas por los estudiantes de la universidad Javeriana de esa ciudad que reclamaron por los altos precios de las matrículas para el 2023.
Las protestas se iniciaron luego de que la Universidad Javeriana, que tiene sedes en Bogotá y Cali, anunciara incrementos del 13,9% en el costo de las matrículas para el próximo año, por encima de la tasa de inflación del 12,2% anual hasta octubre.
El ministro de Educación colombiano, Alejandro Gaviria, ha manifestado este viernes que en estas condiciones incrementar los precios por encima de la inflación “no es razonable”.
Para el ministro Gaviria, algunas universidades habrían sobredimensionado el supuesto impacto en sus finanzas frente a los recientes anuncios relacionados a los aportes que deben hacer a los estudiantes con intereses en el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), que en días pasados anunció que ofrecerá créditos con tasa del 0% y dejará de capitalizar intereses.
La Javeriana “justificó que la coyuntura política y económica mundial, aunada a las situaciones propias que está viviendo el país, generan comportamientos atípicos económicos en la universidad”.
Entre estos factores nombró la devaluación del peso colombiano, “que afecta fuertemente los gastos en moneda extranjera, los cuales superan los US$10 millones anuales”.
Asimismo, se refirió a la inflación y el previsible aumento del salario mínimo legal “que define el Gobierno Nacional y que impacta el sueldo de más de 2.000 empleados”.
“Todos estos factores han generado un marcado aumento de los costos y gastos de la universidad, y seguirán impactando su inmediato futuro”, explicó.
La gran brecha de la desigualdad se refleja en Colombia en que solo un 39,7 % de los estudiantes colombianos que se gradúan del bachillerato pueden acceder a la educación superior.
De acuerdo al Ministerio de Educación, en 2021 la matrícula total en educación superior fue de 2.448.271 estudiantes, un 3,93% más respecto a 2020.
En Colombia, justamente, el alto precio de las carreras universitarias aleja a millones de jóvenes de la educación superior y la oferta de las instituciones públicas no logra compensar la alta demanda, arrastrando a muchos de estos jóvenes a trabajos informales.
El ministro de Educación, Alejandro Gaviria, informó que tras las reuniones con los representantes de las universidades se ha acordado finalmente que el aumento del valor de las matrículas no debería superar el 12,2 %, es decir, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) al 31 de octubre.
“Hay alguna discusión con una tasa del 5% que es el índice de costos de la educación superior, pero ese no es el que dice la ley y ese puede interpretarse de muchas maneras”, dijo el ministro.
En los casos en los que el valor supere el IPC, las universidades deberán presentar un reporte en el que se especifique el destino de estos recursos y el Ministerio de Educación deberá avalarlo.
Las universidades también se han comprometido a ofrecer facilidades a los estudiantes y evitar la deserción por cuestiones económicas.
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