Bloomberg — El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se está inclinando por Fernando Haddad, ex alcalde de Sao Paulo, para liderar la economía del país cuando asuma la presidencia.
De efectivamente ser el caso, Haddad estaría a cargo de negociar reformas económicas clave con el Congreso, según tres personas familiarizadas con el asunto.
Ello implicaría no elegir más opciones pro-negocios luego de designar una combinación de liberales y economistas de tendencia de izquierda para el equipo de transición, dijeron las personas, que pidieron no ser nombradas porque las discusiones no son públicas.
Haddad, que ha estado buscando el puesto, fue parte de la delegación de Lula en la COP27 en un momento en el que el presidente electo está formando su gabinete.
Si se confirma su nombramiento, es probable que cree un revuelo entre los inversores que esperaban un perfil más técnico para el cargo.
La presión para que se anuncien rápidamente los puestos ministeriales clave no sólo proviene de los inversores, que están ansiosos por saber quién dirigirá la mayor economía de América Latina, sino también del propio Partido de los Trabajadores, según una cuarta persona familiarizada con la situación. Lula ya ha dicho que sólo hará esos nombramientos a su regreso de Egipto.
La aparición de Haddad como un fuerte contendiente para el puesto de finanzas ha eclipsado los nombres de otros candidatos que habían aparecido como favoritos al principio, incluyendo el ex jefe del banco central Henrique Meirelles y el ex ministro de Salud Alexandre Padilha.
Sin embargo, Lula ha sorprendido a los mercados en el pasado, nombrando a un médico y ex alcalde de una ciudad de tamaño medio como su ministro de finanzas cuando fue elegido presidente por primera vez en 2002, y podría hacer algo similar esta vez.
Un portavoz de Haddad declinó hacer comentarios, mientras que los representantes del Partido de los Trabajadores no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Capacidad de negociación
Esta vez, Lula ha dejado claro que quiere que su ministro de Finanzas sea alguien capaz de negociar con los legisladores propuestas económicas espinosas, incluyendo un nuevo anclaje fiscal para el país y una revisión de su sistema tributario. Haddad, que se presentó como candidato a gobernador del estado de Sao Paulo pero fue derrotado por un candidato apoyado por el presidente Jair Bolsonaro, podría ser esa persona, dijeron las personas.
Aunque no todos los aliados de Lula consideran a Haddad un hábil negociador político, los asesores dijeron que ha sido capaz de construir una buena relación con el vicepresidente electo Geraldo Alckmin y el grupo de economistas liberales que se unieron al equipo de transición: el ex jefe del banco central Persio Arida y Andre Lara Resende.
Además, muchos en el Partido de los Trabajadores lo ven como el sucesor natural de Lula. Cuando el líder izquierdista fue encarcelado y se le impidió presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, eligió a Haddad para que se presentara en su lugar. Luego perdió ante Bolsonaro.
Haddad, de 59 años, tiene una maestría en Economía y un doctorado en Filosofía por la Universidad de Sao Paulo. Comenzó su carrera como analista de inversiones en un banco local antes de dedicarse a la administración pública, incluyendo un largo periodo como ministro de Sanidad con Lula y su sucesora Dilma Rousseff. También es profesor de ciencias políticas y consultor de un instituto de investigación económica.
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