Bogotá — Las cadenas del formato de descuento duro no han sido ajenas a la fuerte escalada del dólar, que alcanzó a trepar a los $5.000 a inicios de este mes imprimiendo más presión sobre los productos importados que abastecen a estos almacenes, provenientes en algunos casos de países como España, Portugal o Turquía.
Se estima que la participación de los hard discount sobre el total de las ventas del canal tradicional hasta marzo de este año era del 21% que, si bien estuvo por debajo pico reciente del 38%, aún es relevante dentro de las compras de los consumidores colombianos.
Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: Twitter, Facebook e Instagram
En un entorno marcado por la depreciación y la alta inflación, los hard discount, al igual que el retail en la actualidad, deben sortear un escenario complejo, particularmente en lo concerniente a mantener su esencia de precios bajos, respondió a una consulta de Bloomberg Línea la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
Esta promesa de precios bajos, añade, se ve desafiada en gran medida por “un entorno económico con altos niveles de incertidumbre, con una serie de características como la existencia de presiones inflacionarias e incrementos en la TRM, cuestiones que infortunadamente encarecen las importaciones de productos”.
A partir de la información transaccional más reciente del Grupo Bancolombia, indicaron que el gasto de los colombianos en los hard discount no se ha visto afectada en comparación a otros canales, e incluso estarían migrando allí para blindarse de los precios altos.
“Los resultados más recientes nos muestran que entre octubre de este año y octubre del 2021 no hay un incremento en la participación del gasto en los supermercados y tiendas de barrio sobre el total del consumo, a pesar del alto incremento en los precios de los alimentos (27,3%)”, concluyeron.
En otras palabras, esto quiere decir que “el consumidor está buscando al máximo controlar el gasto en mercado, buscando aumentar las comidas en restaurantes y otras categorías asociadas a entretenimiento como viajes y hospedaje. Para lograr esto, indudablemente los hogares están más pendientes de las promociones, migrando hacia marcas blancas y canales como el hard discount”.
Claves para soportar a un dólar caro
La doctora en Economía de la Universidad del Rosario Clara Inés Pardo explica que muchas negociaciones de importación realizadas por parte de los hard discount se pudieron concretar ya bajo la probabilidad de un dólar fuerte, con lo que habrían podido mitigar cierta forma el impacto y mantener los márgenes sin afectar necesariamente al cliente.
Pero aquellos que no entren dentro del margen seguramente dejarán de ser importados o serán sustituidos para evitar afectaciones por cuenta de mayor precios.
Ya del lado del consumidor también se estarían reflejando estos cambios de hábito, bien sea dando prioridad a productos nacionales, sustituyendo los de más alto valor o simplemente dejando de consumirlos, dependiendo de los estratos sociales del consumidor y su flexibilidad para contemplar otras opciones.
A una consulta de Bloomberg Línea, la cadena Tiendas Ara resumió que el impacto de un dólar alto “es tanto mayor cuanto sea la exposición a productos importados pagos en esta moneda”.
“En nuestro caso, la exposición directa al dólar es muy reducida. Tenemos nuestro financiamiento en moneda local y hemos apostado por el desarrollo de marcas propias”, indicó la compañía.
En cambio, a las mismas preguntas Tiendas D1, propiedad del Grupo Santo Domingo, prefirió no manifestarse.
Tiendas Ara indicó que tiene más de 102 marcas registradas en 700 productos marca propia, de los cuales el 95% son de origen colombiano, con lo que pretende “absorber parte de la inflación y no pasarla directamente al consumidor”.
De acuerdo a la Bitácora Económica de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), un 34% de los comerciantes encuestados señaló que el volumen de ventas creció, mientras que para el 66% fue similar o disminuyó en comparación con el mismo mes del año anterior.
Frente a las expectativas, un 37% se declaró pesimista, un 32% piensa que la situación se mantendrá igual que ahora y un 31% asegura que mejorará, teniendo en cuenta que se acerca la temporada decembrina.