Bloomberg — Las bolsas de Brasil caen este jueves luego de que el presidente electo del país, Luiz Inácio Lula da Silva, redoblara sus planes incrementar el gasto, desestimando la inquietud de los inversionistas sobre la importancia de la disciplina fiscal.
La moneda de Brasil, el real, se hundió más de un dos por ciento en la apertura de la jornada, encabezando las caídas de sus homólogos de los mercados emergentes, luego de que Lula da Silva declarara en el marco de la conferencia climática COP27 que su gobierno debe iniciar el debate sobre la “responsabilidad social en vez de la responsabilidad fiscal”.
La propuesta de su equipo es que unos 175.000 millones de reales (US$32.000 millones de dólares) de gasto social sean excluidos por tiempo indefinido de la más importante norma fiscal de Brasil, el denominado “tope de gasto”, que restringe el incremento del gasto público al nivel de la tasa inflacionaria registrada el año previo.
“Si el límite de gasto sirviera para que no pagáramos intereses al sector financiero, y conserváramos inalteradas estas políticas sociales, no habría problema”, afirmó. “Sin embargo, lo que ocurre es que se le resta dinero a la salud, a la enseñanza, a la ciencia, a la cultura”.
El real se debilitó un 1,3% en la tarde de Sao Paulo, recuperando algunas pérdidas tras romper el nivel de 5,50 unidades por dólar. El índice bursátil de referencia Ibovespa se desplomó un 2,2 %, mientras que las tasas de swaps subieron a lo largo de la curva, y los contratos a largo plazo ganaron más de 50 puntos básicos.
Lula reconoció que sus comentarios pueden hacer caer los activos de Brasil. “Lástima”, dijo, y agregó que los mercados caen “no por gente seria, sino por especuladores”.
A pesar de que Lula desestimó las preocupaciones de los inversores, el legislador Reginaldo Lopes, líder del Partido de los Trabajadores en la cámara baja, dijo a los periodistas que se reunirá con los participantes del mercado en Sao Paulo más tarde el jueves.
Más deuda, tasas más altas
Los inversionistas, temiendo que el gasto alimente la inflación, ahora dan por hecho que el banco central ya no podrá bajar las tasas de interés el próximo año. Algunos incluso temen que los encargados de formular políticas deban reanudar un agresivo ciclo de ajuste monetario que ya elevó el índice de referencia Selic a 13,75% este año.
La propuesta de gasto “reduce los grados de libertad del banco central para administrar la política monetaria”, dijo Alberto Ramos, economista senior de Goldman Sachs Group Inc (GS). “En el mejor de los casos, podría retrasar la entrega de recortes de tasas, pero en el extremo también podría llevaría a la desafortunada situación en la que el banco central tendría que volver a subir las tasas”.
Los activos brasileños superaron a los de sus pares durante la mayor parte del año y se mantuvieron relativamente tranquilos antes de las elecciones, ante la expectativa de que ni Lula ni el presidente Jair Bolsonaro serían fiscalmente irresponsables. Pero el estado de ánimo ha cambiado desde la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, ya que el bando de Lula sigue señalando más gastos y más retrasos en el anuncio de los nombres de los gabinetes.
Las acciones de la nación cayeron más del 12% en dólares este mes, con mucho, el peor entre los principales índices mundiales. El real, que hasta las elecciones fue una de las de mejor desempeño de 2022, es la peor en una canasta de 31 monedas principales seguidas por Bloomberg en noviembre, con una caída del 5,4%.
Los inversionistas ahora se están enfocando en cómo recibirá la propuesta el Congreso.
“Nuestra única esperanza es que los líderes del Congreso se defiendan”, dice Edwin Gutiérrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de Abrdn.
Con la asistencia de Maria Eloisa Capurro.
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