Bloomberg — Lo primero fue el colapso de la stablecoin TerraUSD. Luego se hundió el fondo de cobertura Three Arrows Capital, arrastrando a Voyager Digital y Celsius Network.
Ahora, el imperio de Sam Bankman-Fried, que supo ser considerado el salvador de las criptomonedas, se ha derrumbado, provocando una crisis de confianza que ha hecho desaparecer miles de millones de dólares y que se está extendiendo a empresas de todo el sector.
Pese a las enormes pérdidas y a las crecientes críticas de que el sector está plagado de estafadores y esquemas Ponzi, una docena de empleados del sector entrevistados por Bloomberg News dijeron que, aunque están sacudidos por la crisis, siguen comprometidos con el ecosistema y su potencial, aunque eso signifique soportar dolor financiero tanto a nivel personal como profesional.
La mayoría de ellos abandonaron carreras estables en grandes empresas de Wall Street, como Goldman Sachs (GS) y JPMorgan (JPM). Han visto cómo se evaporan sus inversiones personales y desaparecen las bonificaciones pagadas en cripto. A medida que se recortan los puestos de trabajo y se acumulan las bancarrotas, hay innumerables razones para dirigirse a la salida. Pero, por ahora, los verdaderos creyentes no se dan por vencidos y argumentan que el futuro a largo plazo de las criptomonedas no se ha visto afectado por lo que consideran problemas de crecimiento y algunos malos actores.
Por ejemplo, está Regan O’Malley, que rechazó una oferta de JPMorgan para trabajar en una organización autónoma descentralizada, o DAO. Esta joven de 22 años se “enamoró” con el mundo cripto durante su último semestre en la University of Southern California y decidió unirse a Opyn, que se centra en la infraestructura de derivados y opciones de DeFi. Aunque dijo que la empresa no tenía ninguna exposición directa a FTX, el desplome de los precios en todo el sector ha afectado a la organización. Y ella, personalmente, perdió “seis cifras” en el desplome.
“Me parece una locura que esto haya sucedido”, dijo. “Creo que ha hecho retroceder al sector durante años. Pero las cripto no van a ninguna parte: espero que sea un momento de aprendizaje”.
Fe ciega
Ese tipo de optimismo (frente a una pérdida estimada de US$200.000 millones de dólares en toda la industria de las criptomonedas sólo en la última semana) puede parecer equivocado, o incluso delirante. Sin embargo, para los jóvenes que alcanzaron la mayoría de edad durante los grandes avances tecnológicos y vieron cómo el espacio de las criptomonedas evolucionaba desde la nada hasta convertirse en una industria multimillonaria, tiene sentido.
En la guerra por el talento, Wall Street aprovecha los salarios más altos y las bonificaciones multimillonarias para atraer a los candidatos deseables. Silicon Valley ofrece un lugar de trabajo moderno con opciones de trabajo flexibles, cerveza fría de barril y capital para todos. Pero el sector de las criptomonedas vendió una visión atractiva del futuro.
No sólo los empleados de menor nivel se vieron atraídos por lo prometedor de las cripto. La directora de operaciones de FTX, Constance Wang, trabajó anteriormente en controles de riesgo en Credit Suisse (CS), y el propio Bankman-Fried hizo su incursión en la industria después de dejar la empresa de comercio de quants Jane Street.
Tegan Kline, que dejó Barclays Plc (BCS) en 2018 para trabajar en un proyecto de blockchain, dijo que se sintió atraída por el ecosistema debido a la idea de que la tecnología de blockchain podría utilizarse para construir un mejor sistema financiero. Incluso ahora no se arrepiente de haberse alejado de bonificaciones de cinco cifras. Sus años de trabajo de 100 horas semanales en el banco la habían dejado agotada, y le gustaba la flexibilidad que ofrecía una carrera en cripto.
Más tarde cofundó el equipo Edge & Node para ayudar a monetizar un proyecto que pretende organizar los datos de blockchain de código abierto del mundo.
“Aunque me ofrecieran 50 veces mi salario, me habría marchado igual”, dijo. “Es más impactante estar construyendo el futuro de internet en lugar de trabajar para clientes de alto poder adquisitivo”.
Alternativas poco inspiradoras
Incluso aquellos que podrían querer abandonar el barco no están viendo muchas ofertas de trabajo atractivas en este momento.
Taylor Vowell dejó su “cómodo” trabajo de 9 a 5 como jefe de marketing digital de una empresa de medios de comunicación a principios de este año para trabajar a tiempo completo en un proyecto de NFTs para coleccionables deportivos. Su plan de negocio se arruinó después de que la caída de las divisas digitales redujera el valor del ether (XET) que había recaudado de US$150.000 a unos US$48.000.
Ese golpe, más las pérdidas personales de seis cifras, le obligaron a considerar brevemente la posibilidad de volver a solicitar un empleo a tiempo completo, pero finalmente decidió afrontar la tormenta. Las noticias de grandes despidos en las principales empresas tecnológicas le han demostrado que la seguridad laboral ya no es una garantía en el mercado de trabajo en general, dijo.
“Viendo lo que está ocurriendo con los despidos masivos de Meta y Twitter, esos son los trabajos soñados de la gente”, dijo. “También da miedo en la Web2 tradicional y eso me ha motivado a seguir adelante”.
Para Sam Peurifoy, socio de la firma de capital riesgo de criptomonedas Hivemind, el colapso de FTX podría ayudar a lavar “la basura” que ha acudido al espacio de las criptomonedas durante el frenesí del mercado de los últimos dos años. Dejó su trabajo en Goldman Sachs durante la pandemia para trabajar en cripto a tiempo completo.
“Va a haber una tonelada de efectos en cadena en todo el mercado de las criptomonedas que no saldrán a la luz hasta dentro de 30 o 60 días”, dijo, especialmente porque algunas empresas estaban utilizando FTX como su “banco de criptomonedas”.
Pero sigue creyendo en las promesas de Web3, sobre todo en los objetivos de transparencia y propiedad autónoma.
“Mi fe en el sector es totalmente inquebrantable”, dijo.
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