Bloomberg — El poder judicial de Irán dijo que sentenció a otras tres personas a muerte por su participación en las protestas que tienen lugar en el país hace semanas y que se intensificaron en las últimas horas.
Ahora, un total de cinco personas enfrentan sentencias de muerte por formar parte de demostraciones anti-régimen.
A las personas, cuyos nombres no fueron publicados, les presentaron cargos como “guerra contra dios” o están acusados de atacar miembros de las fuertemente armadas fuerzas de seguridad de Irán, dijo la semi oficial Agencia de Noticias de los Estudiantes Iraníes, citando una declaración del poder judicial.
La ONU y agrupaciones de derechos humanos han urgido a Irán a suspender sus procesamientos que involucran la pena de muerte y liberar a todos los manifestantes pacíficos.
Al menos 342 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad y 15.000 han sido detenidas por participar en las protestas desencadenadas por la muerte el 16 de septiembre, bajo custodia policial, de Mahsa Amini, una mujer kurda-iraní de 22 años, detenida por incumplir supuestamente los códigos de vestimenta islámicos.
Huelgas
La declaración del poder judicial se produce mientras las manifestaciones y huelgas se multiplican por segundo día en pueblos y ciudades de todo Irán, impulsadas por las convocatorias para conmemorar el tercer aniversario de las protestas por el combustible de noviembre de 2019, en las que murieron cientos de personas.
Al menos nueve personas, incluido personal de seguridad, fueron reportadas como muertas durante la noche en Irán y los funcionarios anunciaron una nueva ola de arrestos.
Bajo presión
Los gobernantes islamistas y el aparato de seguridad de Irán están sometidos a una presión cada vez mayor a nivel nacional y diplomática, a medida que se enfrentan al mayor levantamiento popular desde la revolución de 1979. La amplia condena internacional a su violenta respuesta a las protestas y su apoyo a la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado una serie de nuevas sanciones por parte de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido.
Las autoridades iraníes anunciaron el miércoles una nueva oleada de detenciones, afirmando que muchos de los detenidos tenían vínculos con el Estado Islámico o con los servicios de inteligencia franceses.
La Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA), gestionada por el Estado, informó de que el martes se detuvo a 110 manifestantes en la provincia de Fars y a dos personas en la provincia sudoriental de Sistán-Baluchistán bajo la sospecha de ser “terroristas armados”. El número de personas detenidas bajo acusaciones de separatismo en la ciudad noroccidental de Urmia llegó a 100, dijo IRNA.
IRNA informó de que dos personas fueron detenidas en el condado de Saravan, en el sureste de la provincia de Sistán-Baluchistán, bajo la sospecha de ser “terroristas armados”, mientras que el número de personas detenidas en la ciudad noroccidental de Urmia bajo acusaciones de separatismo llegó a 100.
--Con la ayuda de Golnar Motevalli.
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