Bloomberg — Lo bueno dura poco. Y más todavía en la Argentina. Lo saben los traders que atravesaron décadas de crisis financieras en el país y volvieron a ver que el breve “veranito cambiario” de los últimos meses empieza a mostrar signos de agotamiento.
Adiós a la Pax Cambiaria
Los tipos de cambio paralelos suben con fuerza esta semana. El peso implícito en el “Contado con Liquidación” (CCL) se debilitó un 5,5% frente al dólar en la última semana, y alcanzó los $319 este martes, su cotización más alta desde la llegada del ministro de Economía, Sergio Massa, en agosto.
Los traders que apostaron al carry trade ganaron 18% contra el dólar entre julio y octubre, según estima el economista jefe de la consultora Arriazu Macroanalistas, Fernando Marengo. El movimiento del tipo de cambio paralelo en los últimos días pulverizó casi un tercio de esa ganancia, agrega. La tentación que provocan los rendimientos en pesos, gracias a que la tasa clave llegó a un máximo de 75%, empieza a esfumarse.
Alarma en la deuda local
Los inversores empezaron a desconfiar aún más luego del traspié que tuvo este jueves el último intento del secretario de Finanzas, Eduardo Setti, por despejar los abultados vencimientos de deuda de Argentina. “Vimos una muestra contundente de que el mercado es reticente a estirar los plazos en pesos por la suspicacia de lo que pueda ocurrir más allá de 2023”, escribió Nery Persichini, jefe de investigación y estrategia de GMA Capital en Buenos Aires. Según sus estimaciones, el canje de deuda solo cosechó un 20% de adhesión del sector privado.
No es para menos. El camino hacia las elecciones de octubre de 2023 es un campo minado de vencimientos. El Gobierno deberá cancelar o renovar $17 billones (más de US$100.000 millones), un monto que es cuatro veces más alto que el total del dinero en circulación de la economía argentina.
“Estar cortos en deuda argentina y buscar coberturas, a partir de ahora no es una mala opción”, advirtió este martes Matías Cremaschi, jefe de inversiones en Delta Asset Management, durante su exposición en un panel en Buenos Aires.
Su recomendación refleja el nuevo consenso de mercado luego de tres meses de enamoramiento con las tasas en pesos. Una señal de alerta tanto para aquellos pesos que buscan refugio como para el directorio del Banco Central, que este jueves tendrá que evaluar cómo abordar las renovadas presiones sobre los precios y el peso argentino.
La frase: “No hay consenso sobre un plan”
La dijo este martes el secretario de Programación Económica de Argentina, Gabriel Rubinstein, durante una exposición en Buenos Aires, cuando fue consultado sobre las diferencias internas de la coalición gobernante. La sinceridad del funcionario sorprendió al público y fue, horas después, de lo más comentado sobre su intervención en un mercado que está sediento de señales claras.
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