Ciudad de México — México tendrá una desaceleración de su economía en 2023 causada por Estados Unidos, derivado la restricción monetaria de la Reserva Federal orientada a disminuir la actividad económica y la inflación, dijo Emilio Romano, presidente y CEO de Bank of America (BofA) México.
En rueda de prensa señaló que, con base en la perspectiva económica de Estados Unidos, es probable que México tenga poco crecimiento en 2023, sin embargo, BofA no ve un riesgo de desequilibrio en las finanzas públicas y el Paquete Económico 2023 es congruente y lograble.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de BofA, prevé 0% de crecimiento para la economía mexicana en 2023, ya que la actividad dependerá de cómo se comporte Estados Unidos.
El directivo de BofA dijo que la desaceleración económica se daría en un esquema macroeconómico de relativa fortaleza para un país emergente de cara a un clima complicado que vendrá en 2023 por el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
“Vemos una desaceleración venir de la economía Norteamericana. México con esta integración económica vemos que vamos a tener una desaceleración necesaria causada por Estados Unidos. Nosotros estamos optimistas de que esta recesión de Estados Unidos, si llega a darse, no será profunda sino leve.”, dijo Romano.
Asimismo, apuntó que México tiene márgenes de maniobra porque el nivel de endeudamiento es relativamente bajo y el pronóstico apunta a que en 2023 se va a librar el efecto de la inflación.
Acelera nearshoring en México
Emilio Romano dijo que en medio de este contexto de desaceleración, México se coloca como la economía emergente mejor posicionada para afrontar el 2023.
Mencionó que ya se están viendo efectos concretos del nearshoring, por ejemplo, en la saturación de parques industriales del norte de México o zonas fronterizas sin disponibilidad de parques industriales.
“México está mejor preparado porque tiene finanzas públicas sanas y está altamente integrado a Norteamérica, el riesgo más importante para nosotros es Estados Unidos”, expuso Romano.
Romano indicó que los temas políticos y económicos de México “irán y vendrán”, pero la fuerza de la integración con Estados Unidos y Canadá hará que el país sobrepase obstáculos y mantenga el atractivo para la inversión y la expansión del nearshoring.
Romano enlistó algunos de esos cuatro obstáculos o retos que México deberá sobrepasar para salir avante en el nearshoring.
El primer reto es garantizar la logística y la infraestructura, lo que implica realizar inversión en puertos, aeropuertos, carreteras y cruces fronterizas eficientes, mientras que el segundo reto es de tecnología y de contar con los recursos humanos para dar valor agregado a la producción.
El tercer reto es de energía, ya que México de 2022 a 2030 va a requerir una inversión en generación de energía de 25 puntos del PIB para poder generar y garantizar el abasto suficiente y cubrir las necesidades de crecimiento por nearshoring.
Y el cuarto reto es continuar con la mejora del Estado de Derecho en temas como la inseguridad, los recursos jurídicos y acceso a poder tener resolución de controversias de manera expedita.
“Todos estos son retos bajo el entendido de que son retos que van a superarse porque la fuerza de este efecto de integración regional es tan fuerte que no van a tener más remedio que conforme vayamos avanzando”, sostuvo.
