Ciudad de México — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo el martes 15 de noviembre que si su propuesta de reforma electoral constitucional es rechazada en el Congreso, es probable que envié una iniciativa planteando cambios a leyes secundarias, lo que permitiría una aprobación rápida.
En su conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente dijo que planteará la posibilidad de que consejeros y magistrados del Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral (INE) se elijan mediante voto directo y se reduzca el número de legisladores en el Congreso.
“Ya que de una vez se resuelva lo de la reforma constitucional y como es tan importante que haya democracia, es probable que yo envíe una reforma a la ley, que no requiere de dos terceras partes (de los votos en el Congreso). Un plan B”, dijo.
“Es posible que, sin violar la Constitución, se pueda proponer en una ley o en una reforma a la ley, que se elijan los consejeros y magistrados del INE y del Tribunal, que sea posible que no haya plurinominales, que en vez de 500 sean 300, ver si existe de acuerdo a lo que establece la Constitución, la posibilidad de hacer una reforma”, explicó.
Entre los cambios que plantean AMLO y su partido MORENA, se encuentra que la autoridad electoral del país, el autónomo INE, se convierta en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas y que se disminuyan de 11 a siete los consejeros electorales.
También busca desaparecer los llamados Organismos Públicos Locales Electorales, que son los encargados de organizar las elecciones en los estados del país, además de reducir el número de legisladores, entre otras iniciativas.
La reforma constitucional de AMLO enfrenta un difícil camino en el Congreso ya que ha despertado preocupación entre los partidos opositores que la rechazan porque consideran que destruirá la autonomía de las autoridades electorales alineándolas con el Gobierno, lo que conllevaría a regresar a tiempos de autoritarismo.
El domingo 13 de noviembre, miles de ciudadanos y representantes de partidos políticos se movilizaron en más de 50 ciudades de México para frenar la reforma electoral. Las estimaciones de asistentes a la marcha en la capital van desde 10.000 a 12.000 del gobierno de la Ciudad de México a 60.000 calculados por AMLO y a más de 200.000 de los organizadores. Otras estimaciones hablan de 650.000 y hasta 800.000 asistentes.
AMLO minimizó la protesta y dijo que en el fondo se trató de ciudadanos que no apoyan su llamada “Cuarta Transformación”.
