La población global llegó a 8.000 millones este martes, de acuerdo a estimaciones de las Naciones Unidas.
La ONU dijo que un aumento de los nacimientos en países de menores ingresos representa una serie de riesgos. Esto es lo que las tendencias actuales significan para las próximas décadas.
Menor crecimiento de la población
Buena parte del crecimiento poblacional ha tenido lugar durante el siglo pasado, a medida que mejores estándares de vida y de salud aumentan la expectativa de vida. La población global pasó de 2.000 millones en 1927 a 6.000 millones en 1998. Pero hay señales de que el aumento se está desacelerando.
El crecimiento anual de la población está ahora en su nivel más bajo desde 1950. Mientras que la población mundial tardó 12 años en aumentar en mil millones, tardará 15 años en alcanzar la cifra, y unas dos décadas más para llegar a los 10.000 millones, según las proyecciones de la ONU.
Menos bebés en los países ricos
La ralentización se debe en gran parte a los países ricos, donde la costosa carga de criar a un hijo y el descenso de las tasas de nupcialidad han hecho que países como Corea del Sur o Francia se enfrenten a un descenso de la población al no nacer suficientes bebés para reemplazar a los mayores.
Aun cuando los gobiernos recurren a medidas como la concesión de ayudas y mejores préstamos para la vivienda a las familias con más hijos, la ONU ve pocos indicios de que esto vaya a cambiar la situación. Proyecta que en las próximas tres décadas, el número de personas menores de 65 años en los países de ingresos altos y medios-altos disminuirá, mientras que el grupo demográfico de mayores de esa edad crecerá.
Baby Boom en los países más pobres
La ONU prevé que gran parte del futuro crecimiento de la población mundial se concentrará en los países de bajos ingresos, y sólo ocho de ellos concentrarán la mayor parte del aumento previsto hasta 2050. La mayor parte de ellos son países del África subsahariana como Nigeria y Etiopía, así como otras naciones emergentes como India, Pakistán y Filipinas.
Esto supone un reto para estos países, que ya tienen una renta per cápita relativamente baja. Dado que es probable que un mayor número de jóvenes suponga una mayor presión sobre recursos limitados como la educación y la sanidad, los países y las organizaciones sin ánimo de lucro están tratando de concienciar sobre cuestiones como el control de la natalidad para reducir las tasas de natalidad.
Escenarios apocalípticos poco probables
En el pasado se han planteado a menudo escenarios apocalípticos sobre un aumento de la población mundial, como los popularizados por “La bomba demográfica”, escrito por el profesor de Stanford Paul Ehrlich en 1968, que advertía de una hambruna masiva. Esto no ha sucedido debido a los avances en la tecnología agrícola y a la disminución de las tasas de fertilidad.
Aun así, la ONU advierte que el crecimiento de la población ha contribuido a los daños medioambientales, al tiempo que ha impulsado el calentamiento global y la deforestación.
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