El Bitcoin se despega de los mercados globales para oscilar por su cuenta

El contraste entre la caída de las criptomonedas y la efervescencia de las acciones subraya el cambio de rumbo de una clase de activos que estaba a punto de ganarse a los inversores convencionales

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Bloomberg — La inquietud desparramada entre las criptodivisas por el derrumbe de la plataforma FTX, de Sam Bankman-Fried, está fracturando el vínculo que los tokens alguna vez tuvieron con otros activos financieros, una señal de que la influencia de Bitcoin en los mercados globales puede estar disminuyendo.

El Bitcoin perdió un 23% la semana pasada, su peor caída desde junio, al mismo tiempo que el índice S&P 500 se disparó un 5,9%. Eso contribuyó a debilitar la correlación entre ambos hasta la más baja de este año, según un estudio de 20 días de negociaciones. La brecha entre los rendimientos del Bitcoin y del Nasdaq ha sido la más amplia desde 2020.

Y aunque las principales criptodivisas subían este lunes (+1,81%, a US$ 16.677, a las 4h10 de Nueva York), las ganancias hicieron poco para levantar el sentimiento general del mercado, amortiguado por los comentarios del gobernador de la Reserva Federal (Fed), Christopher Waller, de que los responsables de las políticas tenían aún “un camino por recorrer” con las subidas de las tasas de interés.

”La idea de utilizar las criptomonedas como un juego de alto riesgo en fase beta se está desvaneciendo, porque hay formas más fáciles de jugar en otros lugares que no sufren el mismo riesgo sistémico”, dijo Chris Weston, jefe de investigación de Pepperstone Group. “Se trata de una cuestión estructural, de la arquitectura real del sistema de criptomonedas y de la confianza que se puede tener en él. Quién será el siguiente es la pregunta que está en boca de muchos.”

La idea de que el Bitcoin pueda representar una parte interesante de una cartera diversificada de activos de riesgo se está deshilachando, con las pérdidas masivas generadas por la revelación de que incluso FTX, hasta hace poco considerado uno de los nombres más proeminentes de los criptoactivos, sufrió un golpe. Eso se aleja mucho del optimismo de principios de este año, cuando Bridgewater estimó que el 5% de Bitcoin estaba en manos de inversores de nivel institucional.

La última caída de las criptomonedas se ha producido cuando los inversores ya se habían cansado del sector y cuando la reducción de los precios ha disminuido la presencia de las monedas virtuales. El valor total del mercado de todos los tokens ha caído más del 70% desde el máximo histórico de casi US$ 3 billones alcanzado hace un año, según el sitio web CoinGecko. El valor actual de US$ 843.000 millones, de acuerdo con el rastreador, representa ahora menos del 1% del mercado mundial de acciones.

Las acciones han bajado un considerable 16% en este periodo, pero el resurgimiento del apetito por el riesgo, impulsado por las esperanzas de un menor ritmo de subidas de las tasas de interés de los bancos centrales, ha hecho que las acciones suban más de US$ 13 billones desde que tocaron fondo el 12 de octubre.

El marcado contraste entre la caída de las criptomonedas y la efervescencia de las acciones subraya lo rápido que ha sido el cambio de rumbo de una clase de activos que hace menos de un año estaba a punto de ganarse a los inversores convencionales.

En 2021, el estratega de JPMorgan Chase & Co. Nikolaos Panigirtzoglou escribió que el Bitcoin podría alcanzar teóricamente los US$ 146.000 a largo plazo, desplazando al oro. Una encuesta de PWC en abril encontró que el 42% de los fondos de cobertura de criptomonedas predijeron que el Bitcoin se negociaría entre US$ 75.000 y US$ 100.000 dólares a finales de 2022.

(Traducción Michelly Teixeira)