Ciudad de México — La alianza entre Airbnb, el Gobierno de la Ciudad de México y la UNESCO, para promover la llegada de nómadas digitales, incitó un debate sobre la necesidad de una regulación para las plataformas de hospedaje de corta estancia en México.
Desde que Airbnb se posicionó en el país, vecinos de la Ciudad de México denuncian que se ha exacerbado el fenómeno de la gentrificación, el cual consiste en rehabilitar y urbanizar una zona deprimida o deteriorada, para aumentar su valor de renta, lo cual trae como consecuencia la expulsión de habitantes locales de sus ciudades.
Rosalba Loyde, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), experta en temas de vivienda y ciudad, dijo a Bloomberg Línea que la regulación debe encontrar la forma de equilibrar la oferta y la demanda sin bloquearla por completo, al ser importante el aspecto económico para la ciudad, para el comercio local y para los particulares que reciben ingresos a través de la plataforma.
En España y en Nueva York, la regulación prohíbe que se renten alojamientos completos, el propietario debe vivir en la casa o departamento. Mientras que en Francia y Alemania hay periodos máximos de dos a tres meses para los inquilinos, para evitar que los extranjeros se queden más tiempo.
Regular el suelo y contrarrestar a grandes corporativos
Loyde asegura que se podría jugar con una infinidad de mecanismos regulatorios, tanto del suelo como del propio comercio o de la sharing economy o economía colaborativa.
La regulación debe hacer un diagnóstico de la problemática y tomar en cuenta que hay condiciones distintas dentro del mercado habitacional en la Ciudad de México. “No es lo mismo Polanco y la Condesa que la colonia Doctores o Xochimilco”, dice Loyde.
Imponer un impuesto, para Loyde, no sería la solución para acabar con la gentrificación, porque al gravar la renta de Airbnb los costos aumentan para los usuarios y se estaría fomentando el mismo problema. Propone que se haga una regulación del suelo, es decir, distinguir qué tipo de funciones tiene un Airbnb.
“Airbnb está sobre suelo que es habitacional, que es vivienda, pero el negocio no funciona como uso habitacional, sino como uso turístico o incluso uso de oficinas, entonces deberían ponerle una normativa urbana”.
Para Antonio Azuela, académico experto en vivienda y urbanismo del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, debe haber una regulación de las relaciones vecinales.
“Técnicamente es un cambio de uso del suelo, estamos convirtiendo los espacios habitacionales en un tipo de hotelería”, dijo durante la conferencia vía Twitter CDMX en venta: ¿Qué tienen que ver la gentrificación, Airbnb y los desalojos en la capital?, organizado por la asociación civil Habitat International Coalition AL.
Para Loyde es el momento ideal para regular porque ya están entrando al mercado mexicano empresas internacionales que están construyendo y rentando propiedades en Ciudad de México a través de Airbnb.
Raquel Rolnik, urbanista y profesora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP, en Brasil, dijo durante la conferencia a través de Twitter que la regulación es vital porque en este momento los propietarios corporativos globales tienen una flexibilidad normativa y una enorme capacidad de articular capital a partir de nuevos modelos de gestión como las plataformas digitales de estancias cortas.
Azuela dijo que se debe “exigir que nuestro gobierno se ponga a trabajar en explicar cómo están funcionando los mercados y qué impacto está teniendo esta nueva actividad (el uso de Airbnb) en el mercado de la vivienda partiendo del derecho humano a la vivienda”.
La intervención del Estado es necesaria cuando los mercados no pueden autorregularse, como en este caso. La regulación debe pensarse no sólo desde el equilibrio de la oferta y la demanda, sino también en términos de sostenibilidad, afirma Loyde.
“Si haces que tu vivienda sea tan cara que tus habitantes locales no puedan habitar el espacio, ¿quienes van a trabajar? Los vas a expulsar más y entonces vas a necesitar todavía más transporte, más autos, y más contaminación”, dice Loyde.
¿Regulación a Airbnb podría afectar?
No todos están a favor de la regulación a Airbnb y otras plataformas en México. Luis Felipe González, maestro y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana, dijo que regular el mercado de las estancias cortas podría tener menos beneficios para el colectivo.
González explicó que a través de las regulaciones es posible manipular que un grupo considerado vulnerable - como quienes quieren seguir rentando a un precio asequible- se vea un poco más favorecido y que el otro grupo, en este caso de los nómadas digitales o los Airbnb sea menos favorecido, pero en suma, se terminará dañando al colectivo.
Para González, regular Airbnb sería parecido a lo que ocurrió en la década de los 70 cuando en México el Gobierno decidió congelar el precio de las rentas debido a los altos porcentajes de inflación.
Se estaba protegiendo la economía de las familias en colonias como la Narvarte o la Portales, pero los propietarios no pudieron darles mantenimiento porque ya no tenían dinero suficiente para hacerlo, lo que ocasionó un problema generalizado de edificios abandonados y deteriorados que persiste hasta ahora.
