Guatemala — Los US$1.622,4 mil millones de remesas que ingresaron en octubre a Guatemala representan un crecimiento del 14% contra octubre del 2021, cuando en el primer semestre del año se observó un crecimiento del 25%.
Por lo anterior, los envíos de los connacionales en el extranjero siguen creciendo a un ritmo bastante robusto, reflejando la resiliencia del mercado laboral de Estados Unidos, que se mantiene dinámico a pesar de los temores de una recesión, comentó Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo a Bloomberg Línea.
Sin embargo, el crecimiento de octubre, respecto al mismo mes del año anterior, fue el segundo más bajo del 2022, analizó el ejecutivo.
Lo anterior, contrasta con el crecimiento mensual promedio de las remesas en este año, que ha sido de 21.1%; pero en octubre se redujo 14.4%, indicó.
La expectativa es que sigan con un crecimiento de doble dígito en noviembre y diciembre, muy cercano al 15%, agregó Boteo.
En ese sentido, las remesas familiares que ingresan a Guatemala apuntan a cerrar el presente año cerca de los US$18.000 mil millones, y a nivel local, se hará todo lo posible para que en el 2023 la inflación regrese al 5% (promedio), ya que se cuenta con los mecanismos para lograrlo, afirmó el presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, durante una actividad.
Desaceleración sostenida
Ricardo Rodríguez, analista senior de la firma Central American Business Intelligence (CABI), dijo a Bloomberg Línea que, la cifra de octubre es la tercera más grande del año y de la historia, lo cual habla que las remesas siguen pujantes y siguen siendo un flujo muy importante de recursos para el país.
Pero de alguna manera era predecible por temas estacionales, dado que, históricamente octubre es uno de los meses más fuertes de remesas del año, sin especificar las razones, es un comportamiento constante. Sumado a ello, ya persiste una desaceleración sostenida en el envío de remesas al país.
“Entonces lo que se ve es que ya van desacelerándose las remesas, aunque aun manteniéndose bastante fuertes. Creo que esa será la tendencia el resto del año y del 2023 producto de las condiciones económicas en EE.UU.”, destacó Rodríguez.
Cambios de comportamiento
Ismael Pinzón, director de Remesas de Banco Azteca Guatemala, explicó a Bloomberg Línea, que han existido muchos cambios en los comportamientos de los connacionales, los empleos han cambiado y muchas empresas tienen más demanda de personal para trabajar aún en pandemia y post pandemia.
“Nuestros connacionales han tenido más oportunidades de trabajo y más horas de trabajo, lo que les ha permitido enviar más dinero y por la misma incertidumbre también han reducido sus costos de vida y ahorrado más para así poder apoyar económicamente a sus familiares en Guatemala”, consideró Pinzón.
Expectativa positiva
Boteo enfatizó que en el 2022 se observa una tendencia hacia la normalización en el ritmo de crecimiento de las remesas. Entre 2011 y 2019, el crecimiento promedio anual de las remesas fue de 10.7%.
El crecimiento de 34.9% de 2021 fue extraordinario, asociado a la recuperación de la economía estadounidense y al incremento significativo de migrantes guatemaltecos, que habían pospuesto la decisión de irse del país por la pandemia.
“La expectativa era que en este año convergiera a un ritmo de crecimiento más cercano al de la última década. Sin embargo, el crecimiento de 2022 aún sigue estando por arriba del promedio de la última década, probablemente asociado a los nuevos migrantes guatemaltecos que siguen llegando de forma masiva a suelo estadounidense”, agregó Boteo.
La proyección es de un crecimiento menor al del año 2021, que fue del 35% pero tampoco será un crecimiento del 13% como fue el del 2019, el año antes de pandemia, enfatizó el profesional.
Las remesas representaron el 17.80% del PIB en 2021 y en el 2022 podrían llegar a representar el 20% del PIB.
En ese sentido, las remesas crecen a un ritmo mayor que el PIB nominal de Guatemala y explican en gran parte, el crecimiento “extraordinario” de la economía guatemalteca de los últimos dos años, concluyó Boteo.