Buenos Aires — La deuda del Banco Central (BCRA) no detiene su ascenso. Menos de dos meses después de haber trepado por primera vez por encima de los $8 billones, el stock de pasivos remunerados de la autoridad monetaria argentina quedó ahora a un paso de superar la barrera de los $9 billones y ya acumula un crecimiento superior al 32% en los últimos 100 días.
Este incremento que muestran los instrumentos de deuda del Central no es más que la contracara de la fuerte emisión monetaria que ha estado llevando adelante el Gobierno en estos últimos meses. Prueba de ello puede verse en el hecho de que la entidad que preside Miguel Pesce haya tenido que absorber más de $2,1 billones desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, a principios de agosto.
Desde entonces, los instrumentos de deuda que utiliza el BCRA para absorber el excedente de liquidez pasaron de la zona de $6,7 billones hasta cerrar, el 8 de noviembre -último dato oficial informado por la entidad-, en $8,98 billones. Dicho monto equivale a dos bases monetarias –un récord histórico– y, según calculó la consultora LCG, se ubica en torno a 12 puntos de PIB.
Bloomberg Línea consultó al respecto al Ministerio de Economía, pero no obtuvo una respuesta inmediata.
La deuda del BCRA, bajo la lupa del mercado
Un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se refirió precisamente a la creciente deuda de la entidad que preside Miguel Pesce y subrayó que dicho stock, medido en proporción a la base monetaria, se encuentra en niveles récord desde al menos 2003.
Ocurre que mientras en los diez primeros meses del año la deuda del Central aumentó en más de $5 billones, en ese mismo período la base monetaria creció en casi $700.000 millones. Es solo un 18,8% en lo que va del año y muy por detrás de la inflación acumulada hasta la fecha, recordó la BCR en el citado estudio.
Según refleja el trabajo, la deuda del BCRA ya alcanzó niveles de 209% de la base monetaria, porcentaje muy superior al que se evidenció en marzo de 2018, previo a la crisis de deuda que se desató con las Lebac. En aquella oportunidad, treparon hasta representar un 148% de la base monetaria.
Menor riesgo en 2022
Si bien es cierto que, en ese entonces, los pasivos remunerados del BCRA también se ubicaban en torno a 12 puntos del producto, la diferencia entre aquel escenario y el actual es sustancial.
A través de un reciente comunicado que lleva la firma de Miguel Pesce, el BCRA subrayó que existen diversos factores que marcan la disminución del riesgo sistémico respecto de la situación del año 2018. Entre ellos, que la tenencia de las Leliq está restringida a entidades reguladas por el BCRA y que la vigencia de controles cambiarios limita el riesgo de potenciales decisiones de desarme, dolarización y salida de capitales.
Dos factores inquietantes de cara a 2023
También desde Equilibra se refirieron recientemente a la creciente deuda del Banco Central. En un informe enviado el viernes a clientes, calcularon que el Central debió emitir $4,5 billones en lo que va del año, mientras que la base monetaria sólo aumentó $645.000 millones. “Los casi $3,9 billones de diferencia (4,7% del PIB) fueron absorbidos a través de los pasivos remunerados”.
Según proyectó el trabajo que lleva la firma de la economista jefe de la consultora, Lorena Giorgio, “el stock de pasivos remunerados del Central cerraría el año en torno a $9,2 billones, equivalentes al 11,2% del PBI que estimamos para 2022″. De ser así, agrega, la deuda de la autoridad monetaria subiría 0,9 puntos porcentuales (p.p.) respecto al 10,3% del PBI del año pasado.
Sin embargo, añaden desde Equilibra, “si lo medimos respecto al PBI del último trimestre del año (lo cual resulta más preciso, dada la alta nominalidad de la economía y el hecho que tomamos el stock de pasivos remunerados al cierre del período), el ratio sería de 8,5%, lo que muestra una reducción de 0,2 p.p. desde el 8,7% del PBI de 2021″.
Aun así, desde la consultora marcan que “lo inquietante hacia adelante es que los dos factores que este año ayudaron a moderar el ratio no se evidenciarían -o se suavizarían- en 2023″. Se refiere a las tasas reales negativas y al crecimiento de la economía. El primero de estos factores, calcularon, permitió reducir el ratio pasivos remunerados sobre PBI en 0,9 p.p. en 2022. El crecimiento de la economía, en tanto, habría implicado una contracción de ese ratio en otros 0,3 p.p.
“Esto implica que, con tasas neutrales y sin crecimiento de la economía, los pasivos remunerados se habrían ubicado en torno al 12,3% del PBI este año. Midiéndolo con el PBI nominal del cuarto trimestre, el ratio habría alcanzado 9,7%”, indicaron.
©2022 Bloomberg L.P.