Luis Arce Catacora se dirigió este martes 8 de noviembre a la Asamblea Legislativa Plurinacional para rendir cuenta por sus dos años al frente del Gobierno de Bolivia. En más de dos horas y media de discurso, el mandatario no se refirió a la problemática del censo, que hoy tiene dividido al país, y advirtió que hay grupos que buscan desestabilizar al Poder Ejecutivo.
Por otro lado, Arce defendió el rumbo económico que lleva adelante su equipo y aseguró que la economía boliviana está remontando los efectos negativos de las políticas recesivas del gobierno anterior y de lo que según él fue una “pésima administración” de la pandemia.
Intentos de “desestabilizar”
Pese a que Santa Cruz de la Sierra lleva 19 días de paro indefinido en protesta por la decisión del Gobierno de postergar el Censo de Población y Vivienda para 2023, el Presidente evitó dar precisiones sobre si habrá una nueva fecha para lograr consenso.
De todas formas, tácitamente, se refirió a las protestas, al señalar: “Es un arduo camino el que vamos recorriendo y una vez más hemos salido airosos ante los desafíos y obstáculos impuestos, principalmente aquellos derivados de la crisis externa y los intentos desestabilizadores internos”.
Sobre el final de su parlamento, volvió a utilizar términos similares, al subrayar que el país está pasando momentos en los cuáles “algunos grupos quieren volver a desestabilizarnos”.
“Tenemos la absoluta certeza que el respaldo de nuestro pueblo es amplio, es sabio y reconoce un Gobierno nacional patriota, que busca el bienestar nacional por encima de intereses sectarios o regionales”, expresó Arce, en uno de los tramos más encendidos de su discurso.
Defensa de su gestión
Arce afirmó que, pese a un contexto internacional “adverso”, Bolivia cuenta con “indicadores macroeconómicos, de pobreza y desigualdad muy favorables”.
Al respecto, afirmó: “La economía boliviana no solo crece, sino que también reduce las desigualdades y la pobreza, en el marco del proceso de lucha de democratización económica y social”.
También subrayó que en 2021 el país tuvo un crecimiento económico que fue de 6,1%. Cabe señalar, que buena parte se debió a un rebote estadístico respecto de que el año anterior había sido el de las cuarentenas más estrictas. Por otro lado, el Presidente resalto que al segundo trimestre del presente año el país crece 4,1%.
“Estas altas tasas de crecimiento económico muestran que la economía boliviana está remontando los efectos negativos de las políticas recesivas del gobierno de facto y de la pésima administración de la pandemia”, remarcó.
El Presidente aseguró que “el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, a diferencia del modelo neoliberal”, está “fuertemente comprometido con la justicia social”. Y consignó: “El crecimiento económico, que posibilita la generación de excedentes, no se dispone sólo para la reinversión, sino también para la redistribución del ingreso mediante las políticas sociales como el incremento salarial y los bonos sociales para la población en situación de vulnerabilidad”.
Sin menciones a Áñez ni a Morales
Arce no nombró a su antecesora, Jeanine Áñez Chávez, aunque sí cargó duro contra la herencia que le legó.
“Un primer desafío fue recuperar la democracia en incertidumbre, y lo hemos hecho, a través del mejor de los instrumentos en democracia, el voto del pueblo. Hemos logrado un contundente 55 por ciento y agradecemos la confianza y asumimos el mandato del pueblo boliviano”, fueron sus palabras en uno de los tramos en que, tácitamente, trató a Áñez de gobernante de facto.
Tampoco nombró al expresidente Evo Morales. Cabe señalar que la relación entre los dos hombres del MAS no atraviesa un buen momento.