Tegucigalpa — Unos 15 vehículos eléctricos recorren 1.880 kilómetros de Guatemala hasta Panamá sin utilizar una sola gota de combustible. La iniciativa llamada Ruta Eléctrica Centroamericana ya pasó El Salvador y este lunes salió de Honduras rumbo a Nicaragua para seguir el trayecto previsto a culminar el 11 de noviembre.
La ruta, cuyo banderazo inicial se dio en Guatemala el 4 de noviembre, es organizada por la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), con el apoyo de representantes del sector privado y gobiernos de toda la región, y busca promover la movilidad eléctrica en Centroamérica.
“Los esfuerzos que hemos concretado trabajando como equipo le dicen al mundo que la región está lista para empezar a moverse usando energía renovable”, dijo Silvia Rojas, directora ejecutiva de Asomove.
Con esta actividad, los promotores pretenden impulsar la creación de una red de cargadores rápidos y semirápidos que permitirán conectar los seis países, a la vez de impulsar la creación de incentivos fiscales para vehículos eléctricos.
Por ejemplo, en Guatemala circulan 145 vehículos eléctricos y 266 motos eléctricas, además hay 25 puntos de carga públicos y se estima que al finalizar el año habrán 40, según la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala (Amegua).
En Honduras, Erick Tejada, secretario de Energía y gerente general de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), dijo cuan “fundamental es avanzar rápido temas de infraestructura de recarga. El compromiso es fuerte”.
Ambiciosos objetivos de electrificación
Entre los promotores de la Ruta Eléctrica Centroamericana destacan el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), la Unión Europea, el Banco de Desarrollo del Estado de la República Federal de Alemania (KfW), a través de la iniciativa MiPymes Verde, la Organización de Naciones Unidas y empresas como BAC, Enel X Way, Evergo y Uber.
“Transitar hacia modelos de transporte eficientes y menos contaminantes es algo que estamos impulsando con especial énfasis para lograr ciudades más limpias y ordenadas que mejoren la calidad de vida de los centroamericanos”, dijo Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE, que apoya diversos proyectos de electromovilidad en la región.
Un punto de vista similar compartió Gustavo Mañez, director regional adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, quien dijo que “en medio de la crisis climática en la que estamos el mundo necesita soluciones que, además de enfrentar el calentamiento global, aporten al crecimiento económico”.
Para el especialista en materia de movilidad eléctrica, América Latina y el Caribe está señalando un camino. “Hoy crea empleos y genera nuevos modelos de negocio alrededor del despliegue de esta tecnología, la ruta centroamericana es prueba de ello. Estoy convencido de que la región se convirtió en un polo generador de know-how y en un importante actor en la cooperación climática, no solo sur-sur sino también sur-norte”.
La iniciativa tripartita MiPymes Verdes tiene el propósito común de contribuir a la protección del clima y del medioambiente, a través de la micro, pequeña y mediana empresa de los seis países.
Estos recursos se utilizan para impulsar el desarrollo de pequeños proyectos de energía renovable, eficiencia energética y producción más limpia, así como de su financiamiento, a través de las Instituciones Financieras Intermediarias (IFIs).