Falabella proyecta “crecimiento muy gradual” de tiendas físicas hacia futuro

Gaston Bottazzini, gerente general de Falabella, habló con Bloomberg Línea sobre la diversificación de las fuentes de ingresos, las operaciones regionales y el clima de negocios

Gaston Bottazzini, CEO de Falabella, en un seminario.
07 de noviembre, 2022 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Pese a las perspectivas para las economías latinoamericanas para 2023, Gaston Bottazzini, gerente general de Falabella, cree que será un mejor año para su negocio. “Toda la operación estará mejor parada. En términos de ventas vemos un crecimiento muy moderado respecto al año actual”, dice en una entrevista con Bloomberg Línea desde Miami, donde recibió el Premio Bravo a la Transformación Digital del Año entregado por el Council of the Americas.

Gaston Bottazzini, CEO de Falabella, durante el Premio 27° BRAVO entregado por el Council of the Americas. Foto: Falabella

La empresa, una de las principales compañías de retail en Latinoamérica, tiene presencia en siete países de la región, donde espera potenciar sus operaciones bajo un esquema multiformato y omnicanalidad.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y de claridad.

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BLOOMBERG LÍNEA: ¿Cómo están pensando diversificar sus fuentes de ingresos y a qué mercados están apostando para ello?

GASTON BOTTAZZINI: La diversificación de ingresos tiene dos dimensiones. Hay una relacionada con la expansión geográfica donde hay una serie de apuestas como el crecimiento en México y, probablemente, el mayor crecimiento de los negocios de home improvement y financiero.

Tenemos una operación en Brasil, donde también hay un espacio de crecimiento con foco en Sao Paulo, en la operación de mejoramiento del hogar.

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Además, la expansión de la operación de IKEA, cuyo plan es abrir más tiendas en Chile; tres en Colombia y eventualmente en Perú. Eso, como la expansión de nuestro footprint físico.

Esto se complementa con otra dimensión que, en términos de crecimiento, creemos más relevante: la conversión de Falabella en plataforma. Queremos ir hacia plataformas de desarrollo de relaciones con clientes, donde hay plataformas que ya están consolidadas como e-commerce, banca digital, y otras nuevas que impulsan o potencian el crecimiento: marketplace.

¿Por qué dejar de operar tiendas por departamento en Argentina?

La razón tiene que ver, en primer lugar, con que es un negocio altamente dependiente de la importación permanente de productos.

En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, es un negocio muy afectado por volatilidades en el tipo de cambio. Por eso, era un negocio que tenía muy poca capacidad de competir en Argentina.

De hecho, en este país el modelo de tienda por departamento no existe, siendo nosotros los únicos. Se decidió, después de varios años, adaptar el modelo de distintas formas. Al ver que no era un modelo bien adaptado a ese mercado, se decidió cerrarlo.

El balance es positivo porque está basado en un racional concreto, que tenía que ver con cómo se adaptaba el formato al mercado.

En varios mercados donde operan, incluyendo Chile, el consumo se está moderando; incluso se está proyectando una recesión. ¿Cómo se prepara Falabella para un escenario más restrictivo en términos de consumo?

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La moderación es una consecuencia lógica de ese boom que hubo por distintas razones, entre ellas la distribución de los fondos de pensiones en Chile que ocurrió en la parte final de la pandemia. Estamos esperando una caída en la demanda bastante pronunciada. Sin embargo, creemos que no continuará con esa fuerza hacia adelante, sino que se viene una caída del consumo, pero más moderada.

¿Cómo nos preparamos? Falabella y el retail, en general, tienen que adaptarse a un contexto donde la volatilidad —no solamente del consumo, sino de varias variables macroeconómicas— es mayor de lo que había sido históricamente.

¿Cómo adaptarse? Uno, operando de forma mucho más eficiente y, en ese sentido, hay todo un plan de eficiencia que anunciamos al mercado en nuestro último Investor Day en New York, la cual apunta a una estructura más liviana que dé más flexibilidad ante escenarios más volátiles.

Segundo, siendo mucho más conservadores, pero sobre todo analíticos a la hora de planificar la compra. Entonces, más uso de data en la planificación de compra.

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En tercer lugar, acortar las islas de compra a través de distintas formas, entre ellas diversificar las fuentes en términos geográficos.

¿Qué evaluación hacen de cómo cambió el clima de negocios e inversión en Chile este año?

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Este año el clima de negocios tuvo mucha volatilidad, porque tuvimos un proceso de definición de la nueva Constitución y tenemos una serie de procesos de cambios en la regulación tributaria que, más allá de si uno piensa que son positivos o negativos, generan un cierto nivel de incertidumbre.

El cambio en el clima de negocios visto en el último tiempo responde a eso, a menos certidumbre sobre cuáles serán las reglas del juego y, en ese sentido, hoy hay un poco más de certidumbre.

El Gobierno está dando pautas más claras respecto a qué dirección va y el nivel de profundidad de los cambios. Pero todavía, para realmente generar un contexto propicio para mejorar el clima de negocios, se necesita más claridad y certidumbre de cuáles son los pasos y eso se va a visualizar en los próximos meses. Fruto de eso -espero- habrá una mejora gradual del clima de negocios.

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Con respecto a la decisión de reducir hasta un 10% de las tiendas en Colombia, Perú y Chile en cinco años. ¿Se relaciona con tener una estructura más liviana? ¿Cuál será el destino de los empleados de esas tiendas?

Aunque estamos creciendo en metros cuadrados en algunos formatos y regiones, también vemos potencial de reducción de metros cuadrados. No se trata del 10% de las tiendas, sino de metros cuadrados, lo que es una combinación de algunas tiendas que se cierran y metros que se redistribuyen o se negocian con los malls.

Considerando eso, que es un proceso gradual, y los niveles de rotación que ya existen estructuralmente en los negocios; esto no va a tener un fuerte impacto en términos de reducciones masivas de trabajadores.

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Es un período relativamente largo, son cambios graduales que responden a vencimientos de contratos. No es un cierre de tiendas masivo que implique la salida de mucha gente, sino que en general lo que ocurre es bueno; se acompaña esto con la no contratación como producto de la rotación, algunas reubicaciones, y también una permanente evaluación y rotación que resulta del mismo desempeño de la gente. No vemos algo muy distinto de lo que normalmente ocurre en la gestión de personas en organizaciones.

Pensando en la transición o tensión que genera retail físico versus digital, ¿Cuántas tiendas proyectan tener de acá a cinco años?

No visualizamos cierres en el formato de supermercados. No visualizamos cierres en el formato de mejoramiento del hogar más allá de una o dos tiendas que tal vez tienen que ser reubicadas.

En general, tanto en el formato de supermercados como de home improvement no visualizamos cierres masivos de tiendas. Eso te achica el universo de tiendas a 100 de las 500 que son aquellas por departamento, y ahí es donde está el cierre de ese aproximado de 5% a 10%, que serían cinco o diez tiendas.

Si pones todo eso en la juguera y le agregas que estamos abriendo cuatro a seis tiendas en México y dos o tres en Brasil por año, además de las tiendas IKEA, en realidad lo que tendremos es un crecimiento muy gradual de tiendas hacia futuro.

Como el crecimiento mayor estará dado en e-commerce, el peso relativo de las tiendas versus e-commerce irá cambiando en el tiempo y ya está pasando eso. Las tiendas antes de la pandemia representaban en su totalidad cerca del 90% de nuestra venta y hoy representan cerca del 80%, y hacia adelante ese porcentaje como proporción del total irá bajando gradualmente. Proyectamos que las tiendas pueden representar el 60% o 70% de las tiendas en un plazo de cinco años.

¿Cuándo podrían inaugurarse tiendas de IKEA en Colombia y en Perú? ¿Y cómo va el despliegue en Chile?

El despliegue va muy bien. Estamos haciendo, de la mano de IKEA, ciertas innovaciones en cómo funciona su tienda. A diferencia de las tradicionales tiendas IKEA, nosotros estamos localizándolas dentro del cono urbano.

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La experiencia con la primera tienda en Santiago, inaugurada hace dos meses, ha sido muy positiva. IKEA, por ser una nueva marca en un país, genera un boom inicial grande; el tema es si somos capaces de dar continuidad en el tiempo con las novedades que tiene que traer la tienda, la operación, el servicio, todos desafíos de la puesta en marcha.

El roll out es abrir una segunda tienda en Santiago en diciembre y tres en Bogotá, Medellín y Cali para 2023 y principios de 2024. En Perú estamos evaluando ubicaciones y, por lo tanto, no tenemos tiempos concretos. Si bien está puesto en el plan, probablemente se viene un par de años después que estas cinco tiendas iniciales.