Bloomberg Línea — La economía de Quito, Ecuador, no es directamente especializada. Así lo reflejó un nuevo informe de la organización Quito Cómo Vamos, que explicó que si bien las cifras de las ventas totales de 2021 y lo que va de 2022 de los diferentes sectores económicos de la ciudad presentan una recuperación frente a 2020, esta es “lenta y desigual”.
En medio de la pandemia, las actividades profesionales e inmobiliarias, las manufacturas, la administración pública y la construcción, fueron las más impactadas por el choque económico de los cierres y confinamientos.
Esta situación mejoró después de 2020. En 2021, la participación de Quito en las ventas nacionales fue de US$71.513 millones, el 36,1% del total nacional que fue de US$198.010 millones.
“Si bien la economía quiteña está recuperándose lentamente, pues se evidencia un incremento del 1.000% en las nuevas licencias para actividades económicas, aún queda mucho camino que recorrer para una recuperación plena. Así, el 26% de la economía se mantiene como informal”, dijo Daniela Chacón Arias, coordinadora de la iniciativa Quito Cómo Vamos.
Además, dice el organismo que la leve recuperación económica, que podría verse representada por el importante incremento de los permisos para ejercer actividades económicas en la ciudad, no necesariamente implica un cambio en la estructura productiva o la generación de empleos de calidad y sostenibles. “La mayoría de estos corresponde a la categoría de comercio y venta al por menor, sector que sigue siendo el principal generador de empleo y, por tanto, vulnerable a shocks internos y externos. La economía quiteña requiere diversificarse y fortalecerse”, añaden.
Las pautas de pobreza y equidad
Para la organización Quito Cómo Vamos, tras dos años y medio de iniciada la pandemia del Covid-19, la capital enfrenta una crisis social y económica con efectos directos en el desempleo, la pobreza y la discriminación, pues los resultados reflejan que se profundizaron las desigualdades y un importante porcentaje de la población ha sido vulnerada “en sus derechos a la salud, alimentación y educación”.
El informe precisa que con cifras disponibles hasta 2021, se estimó que, en promedio, un hogar de Quito, conformado por cuatro miembros, tiene gastos mensuales de US$730,20, en contraste con la capacidad adquisitiva que es de US$746,70. Esta dinámica indica que el mismo hogar deja mensualmente US$16,50 para gastos varios y ahorro, que representan US$194,88 anuales.
“En términos de pobreza y desigualdad, todas las cifras han aumentado desde 2019, con una afectación mayor a las mujeres. La desigualdad creció en 0,38 puntos, así el coeficiente Gini se ubicó en 0,507, una cifra no vista en muchos años. Se ha incrementado también el número de mujeres que accede a bonos y pensiones del Gobierno nacional, y ellas representan los porcentajes más altos de desempleo, subempleo y empleo no remunerado”, dijo Chacón en la presentación del informe.
Además, en aras de reducir la desigualdad en la ciudad, el estudio hace énfasis en que hasta mayo de 2022, los usuarios de bonos y pensiones alcanzaron un total de 56.472 personas, 3,8% más que en 2021 y 121% más que en 2019. Sin embargo, la inversión en el sector de Inclusión Social en 2021 fue de US$22,15 millones, la cual representa el 2,1% del presupuesto general de la ciudad, una caída del 9% frente a 2020.