Bloomberg — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anotó su primera gran victoria en el Congreso con la aprobación de ambiciosos aumentos de impuestos sobre los combustibles fósiles y los ricos.
Los legisladores aprobaron el jueves un paquete de impuestos que entra en vigor a partir del 1 de enero y con el que el Gobierno espera generar ingresos anuales adicionales de unos US$4.000 millones, equivalentes a alrededor del 1,4% del producto interno bruto.
Los detalles finales de los cambios al código tributario se conocerán en los próximos días, una vez que los legisladores concilien las diferencias entre la Cámara Baja y el Senado para producir un texto final.
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Los bonos y la moneda de Colombia se han desplomado en las últimas semanas en medio de la incertidumbre sobre las políticas del Gobierno. Es probable que los inversionistas acojan con satisfacción el aumento de los ingresos que trae el proyecto de ley, aunque a muchos les preocupa que el fuerte aumento de los impuestos para el sector petrolero pueda desalentar la inversión.
Tras la aprobación del proyecto de ley, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo a los legisladores que el proyecto de ley muestra que el Gobierno tiene una política fiscal “sólida”. Ocampo ha dicho en repetidas ocasiones que el Gobierno está comprometido con la estabilidad macroeconómica.
El proyecto de ley incluye un impuesto a la riqueza gravado sobre los activos de los colombianos más ricos y un gravamen más alto sobre los dividendos. Las empresas de petróleo y carbón ya no podrán deducir los pagos de regalías a efectos del impuesto de sociedades, y tendrán que pagar un impuesto adicional sobre las ganancias extraordinarias cuando el petróleo y el carbón superen un determinado precio. También introduce sentencias de cárcel para algunos evasores.
La aprobación del proyecto de ley es una noticia positiva ya que el Gobierno podrá gastar recursos adicionales en programas sociales sin aumentar la deuda, dijo Sergio Olarte, economista de Scotiabank Colpatria.
“También muestra que las instituciones son fuertes e independientes”, añadió Olarte. “Sin embargo, alrededor del 30% al 50% de los nuevos ingresos provendrán del sector petrolero y minero, lo que puede perjudicar la inversión”.
El petróleo y la minería representan alrededor del 30% de la inversión extranjera directa y aproximadamente la mitad de los ingresos por exportaciones del país.
El peso se debilitó por debajo de los 5.000 por dólar por primera vez esta semana, y los bonos de Colombia también cayeron.
El Gobierno pronostica que el déficit fiscal se reducirá a 4,3% del PIB en 2023, desde 5,6% este año.
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