Ciudad de México — Axtel, una empresa de servicios e infraestructura de telecomunicaciones, recibió una reducción en su calificación crediticia por parte de Moody’s, en la antesala de su escisión del conglomerado industrial mexicano Alfa.
La nota crediticia de Axtel bajó de B1 a B2, del cuarto al quinto nivel dentro del rango especulativo, con perspectiva negativa, informó Moody’s en una nota.
“La rebaja refleja la expectativa de que las métricas crediticias de Axtel se mantendrán débiles hasta 2023″, dijo Moody’s en su nota.
Axtel enfrentará la escisión de Alfa y un entorno operativo desafiante, de acuerdo con Moody´s. La compañía podría sortear un entorno complicado para refinanciar sus bonos por US$420 millones que vencen en 2024.
Axtel ha dicho que trabaja en el refinanciamiento de su deuda. Durante el tercer trimestre, Axtel registró mejoras secuenciales en sus ventas (7%) y flujo operativo (12%).
La compañía mantenía en caja al 30 de septiembre aproximadamente US$75 millones, suficiente para afrontar sus pasivos de corto plazo, así como el pago de un cupón relacionado con sus notas con vencimiento en 2024, de acuerdo con Moody’s.
Alfa decidió a mediados de 2022 separar a Axtel del conglomerado, luego de intentar por casi dos años vender activos de la compañía sin éxito, como parte de una estrategia para liberar valor del conglomerado.
El movimiento será similar al que Alfa realizó en Nemak, su anterior subsidiaria enfocada a autopartes de aluminio, que fue escindida en 2020. El proceso de escisión de Axtel de Alfa podría concluir a finales de 2022.
Con este movimiento, los accionistas de Alfa tendrán mayor autonomía sobre las acciones y también simplificará la estructura del grupo.
Alfa actualmente cuenta con una calificación por parte de Moody’s de Baa3, el último escalón dentro del grado de inversión, con perspectiva estable.