Bloomberg — En 2016, Erik Wright se emocionó cuando recibió la noticia de que su empresa había sido seleccionada para colaborar en un ambicioso proyecto tecnológico: la construcción del prototipo de túnel para el Hyperloop de Elon Musk.
El proyecto se concibió como una prueba de un sistema de transporte futurista que incluye cápsulas levitantes que se lanzan por tubos a velocidades de cientos de kilómetros por hora. Hace unos meses, Wright recibió un mensaje con una actualización del túnel: Estaba previsto que lo derribaran.
La desaparición del túnel de pruebas (un cilindro blanco de casi un kilómetro de longitud que recorre la avenida Jack Northrop, cerca de la oficina de Space Exploration Technologies Corp. en Hawthorne, California) es un símbolo de una retirada mayor. Si bien Musk sigue diciendo que quiere construir un Hyperloop, el proyecto ha sido archivado indefinidamente.
Musk acabó fundando una empresa basada en la construcción de túneles llamada Boring Co, pero no llega a la levitación ni a las velocidades de un avión. En su lugar, en su sistema de tránsito en Las Vegas, autos Tesla conducen a asistentes a conferencias a través de caminos subterráneos especializados a un ritmo mucho menor.
Representantes de Boring Co. y SpaceX no respondieron a las solicitudes de comentarios.
No obstante, según Wright, el efímero proyecto de prueba sigue siendo un punto culminante de su carrera. Cuando su empresa, Precision Construction Services, con sede en San Luis Obispo, California, aceptó el trabajo, era una pequeña empresa con apenas un puñado de logros. Desde entonces, ha conseguido varios trabajos de alto nivel, como la construcción de un laboratorio de impresión en 3D para los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés) y trabajos en varias instalaciones de lanzamiento en la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg.
“El Hyperloop es toda una insignia de honor para nosotros”, dijo Wright. Incluso ayudó a la empresa a conseguir varios contratos no relacionados con el transporte, como un gimnasio de escalada de 2.000 metros cuadrados. Los clientes le dijeron: “Si construyeron el Hyperloop, seguro que pueden construir mi proyecto”, dijo.
Antes de ser derribado, el túnel de pruebas del Hyperloop de Hawthorne sirvió como campo de pruebas para la posible tecnología del Hyperloop. A partir de 2017, se realizaron competiciones de estudiantes para hacer funcionar cápsulas de Hyperloop a altas velocidades.
La empresa de ingeniería de construcción Aecom diseñó y construyó los cimientos y el tubo de acero del túnel. Precision se encargó de todo el interior del tubo, incluida la subpista de hormigón, las juntas de hormigón, la pista de aluminio y la iluminación interior. Cada uno de esos componentes se expande y contrae a ritmos diferentes, lo que dificulta el cumplimiento de los requisitos de medición de cuarenta milésimas de pulgada.
Tras conocer el destino del túnel hace unos meses a través de un mensaje de grupo, Wright se puso en contacto por videollamada con otros contratistas que trabajaron en el proyecto. La llamada sirvió para recordar. “Tuvimos un momento emotivo al saber que esto iba a ser desmontado”, dijo. “Como un servicio conmemorativo”.
En la actualidad, Boring Co. tiene amplios planes para su red de transporte en Las Vegas. Pero no ha habido ninguna señal de retorno al ambicioso sueño de las cápsulas superrápidas, a pesar del ocasional tuit de Musk. Aun así, Wright no ha renunciado a que un día surja un futuro sistema de Hyperloop, y da crédito a la Boring Co. por llevar las cosas en la dirección correcta.
Mientras tanto, la semana pasada no quedaba ni rastro del tubo de Hyperloop en la avenida Jack Northrop. Un equipo de trabajadores con cascos excavó e hizo mediciones. Un miembro del consejo municipal local dijo que las plazas de estacionamiento para los trabajadores de SpaceX pronto se alinearían en la calle en el lugar por donde pasaba el túnel.
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