Buenos Aires — Contener a la inflación se ha vuelto una suerte de mantra para el Gobierno argentino. Pero pese a los múltiples enunciados, que incluyeron hasta una declaración de guerra por parte del presidente Alberto Fernández en marzo pasado, y a que sucesivamente se lo ha catalogado como el principal desafío que enfrenta la economía argentina, nada parece detener la suba de precios. En ese contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer su estrategia para que el país logre frenar la inercia inflacionaria.
En un pasaje de un reciente informe de perspectivas económicas para la región, titulado “Navegando condiciones financieras más restrictivas”, el FMI plantea que la Argentina podría verse beneficiada si adopta políticas más restrictivas, ya que eso le permitiría al país apuntalar la estabilidad y contener la inflación.
En línea con el Presupuesto 2023 del Gobierno argentino, el FMI también proyecta una desaceleración de la inflación en el país al 60% anual el año próximo.
La receta del Fondo para frenar la inflación
“La adopción de políticas más restrictivas en el marco del programa respaldado por el FMI será fundamental para apuntalar la estabilidad y contener la inflación, que ahora se proyecta que ascenderá a 95 por ciento a finales de 2022″, expresó el Fondo en el citado trabajo.
Allí, el organismo internacional agregó, además, que “se proyecta que el crecimiento del PIB real se modere a 4 por ciento este año”, aunque sumó que “los riesgos a la baja predominan” sobre estas perspectivas.
El informe del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, que encabeza Ilan Goldfajn, también hace plantea que en la Argentina, “las vulnerabilidades internas y la incertidumbre en torno a las políticas”, sumadas a un empeoramiento del entorno externo, “están agravando las perspectivas”.
Tercer shock y perspectivas para América Latina
Respecto de las perspectivas económicas para la región, el FMI marcó que la evolución económica reciente en las Américas ha estado dominada por el impacto de dos shocks mundiales distintos: la pandemia de COVID‑19 y luego la invasión de Rusia a Ucrania. Sin embargo, el organismo agregó que un tercer shock está ahora incidiendo en las perspectivas: el endurecimiento de las condiciones financieras.
En medio del endurecimiento monetario y financiero mundial, el FMI prevé que la actividad se desacelere en toda la región a finales de 2022 y en 2023. El organismo también espera que las presiones inflacionarias cedan gradualmente.
“Dado que la inflación aún no cede, y que la mayoría de las economías siguen operando a su nivel potencial o cerca de este, debe evitarse un relajamiento prematuro de la política monetaria, la cual debe mantener su curso”, advirtió el FMI a través del informe.