Arranca la octava OPA por empresas del GEA: hay US$2.145 millones en juego

Son casi 40 mil inversionistas con interés por el desenlace de la OPA. Con el alza del dólar, los árabes pagarán 242% más de lo que costaba Nutresa hace un año

Por

Bogotá — Desde hoy y hasta el 18 de noviembre se recibirán las aceptaciones para la Oferta Pública de Adquisición de IHC Capital Holding por el Grupo Nutresa. Sobre la mesa hay un cheque por US$2.145 millones y a la expectativa unos 40 mil inversionistas con intereses en el desenlace de esta historia.

Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: TwitterFacebook e Instagram

La acción de Nutresa costaba el 10 de noviembre de 2021 unos $22 mil, y tras la primera OPA que lanzó Jaime Gilinski inició un rally que se refleja en una valorización del 139% tras 3 ofertas hostiles, una de ellas declarada desierta. Hoy la acción se negocia en BVC sobre los $52.000.

El valor en bolsa de Nutresa a precios de ayer es de $24,16 billones, no obstante, si la OPA que presentaron los árabes fuera exitosa y se vendiera el 31% de la compañía a los US$15 que ofrece, es decir, a cerca de $75.200, su capitalización bursátil alcanzaría los $34,42 billones.

Esto querría decir que desbancaría a Bancolombia como la segunda empresa más grande de la BVC (medida por capitalización bursátil), superada únicamente por Ecopetrol cuyo market cap alcanza los $102 billones.

¿Quiénes están pendientes?

El Grupo Nutresa tiene un poco más de 9.000 accionistas. Tres de ellos, los Gilinski, Grupo Sura y Grupo Argos, controlan el 76,27% de las acciones, por lo cual los restantes son los que tienen la última palabra en cuanto a si los árabes lograrán su objetivo.

Pero más allá de los 9.214 accionistas de Nutresa, a los minoritarios del Grupo Sura y del Grupo Argos, también les interesa lo que suceda con la compañía, pues si decidieran vender sus participaciones en la empresa de alimentos las ganancias para cada una de estas compañías serían billonarias.

Cifras del corredor de bolsa independiente Andrés Moreno, aseguran que Grupo Sura cuenta con 14.532 accionistas de los cuales 4.377 son poseedores de acciones ordinarias, y 10.999 tienen títulos preferenciales.

Así mismo, dice que en Grupo Argos hay un total de 14.532 inversionistas de los cuales 8.079 tienen especies ordinarias y los restantes 6.453 son titulares de acciones preferenciales.

Tanto ordinarios como preferenciales se verían beneficiados de una eventual venta si se tiene en cuenta que dichos recursos, o una parte importante de estos, se repartirían como dividendos, o servirían para potenciar negocios estratégicos de cada una de las compañías.

Moreno Jaramillo también explica que a junio de este año el 87,91%, es decir, 8.100 socios de Nutresa, tenían menos de 1.000 acciones y apenas el 0,24% de la empresa, y que otros 131 socios poseen más de 100.000 acciones y tienen el 97,49% de la empresa.

¿El papel de Gilinski?

Aunque se ha querido mostrar la oferta de IHC Capital Holding como una oferta en la que Gilinski obtendría el control de la empresa dado que ya controla el 31,09% de las acciones, lo cierto es que los árabes han manifestado que más allá de compartir inversiones con el banquero caleño, esta oferta no la están realizando de manera conjunta.

Esa es una de las explicaciones por las cuales la oferta de IHC, más allá de ser atractiva en precio y de hecho, la más alta presentada por la compañía hasta ahora, no contempla el pago de una prima de control ya que si adquiere el 31,25% que busca como máximo, apenas estaría logrando una tercera parte de las acciones y ello no le daría el control dentro de la Junta Directiva, la cual, hoy controla el GEA.

De hecho, no hay que descartar, aunque parece poco probable, que Gilinski sea uno de los vendedores al grupo árabe, pues de hacerlo estaría recuperando su inversión en Nutresa en menos de un año, y además, tendría capital suficiente para saldar el préstamo que recibió para la puja por el GEA.

No obstante, aunque financieramente el panorama para Gilinski es atractivo, no es un secreto que inició la toma hostil del GEA con el propósito de controlarlo y no, únicamente, de obtener una ganancia significativa.

A más tardar a mediados de diciembre, en caso de que se extienda el plazo para la recepción de aceptaciones, se sabrá cómo termina la octava OPA que se lanza por las empresas del GEA en menos de un año.