Andrés Malamud: Triunfo de Lula “fortalece” a Alberto Fernández en lucha con CFK

Según el politólogo argentino, el regreso del dirigente del PT al poder fortalece al presidente Fernández en su imagen internacional y en su interna contra Cristina Fernández de Kirchner

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Buenos Aires — Andrés Malamud es un politólogo argentino y académico de la Universidad de Lisboa. La política latinoamericana está entre los temas que más estudia: sus giros ideológicos, la debilidad institucional y el relacionamiento con el mundo, entre otros aspectos a observar.

En ese sentido, Malamud no cree que el triunfo de Lula da Silva en Brasil vaya a tener un impacto estructural en Argentina. “Lula va a aproximar a Brasil con Argentina en términos discursivos, quizás en términos ideológicos. Pero la integración se hace por intereses, no por ideología”, dice Malamud, que este martes participó del 12º Foro de Abeceb que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires y contó con la presencia de los expresidentes Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Mariano Rajoy y Álvaro Uribe.

Argentina no tiene política exterior, es una hoja al viento.

Andrés Malamud.

En ese contexto, el académico, oriundo de la ciudad bonaerense de Olavarría, dialogó con Bloomberg Línea.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

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¿Es correcto interpretar como buena noticia para la Argentina el triunfo de Lula da Silva en Brasil?

Argentina no habla con una voz. Hay gente que se alegró y gente que no. Los que se alegraron fueron más: todos los del Frente de Todos y buena parte de Juntos por el Cambio, diría que más de la mitad. Pero otra parte de Juntos y Javier Milei no deben haber celebrado.

En términos de la agenda de Alberto Fernández y del fortalecimiento de los bloques regionales, ¿es una buena señal?

Alberto Fernández no tiene agenda, ni de política doméstica y exterior, pero tiene un discurso y Lula se adecúa a ese discurso. A él (Alberto) esto le hizo bien, porque lo fortalece en su imagen internacional, que no es pésima, frente a lo que uno podría pensar, y en parte porque lo fortalece en su lucha interna contra Cristina Fernández de Kirchner.

¿Cómo imagina la relación del Brasil de Lula con una Argentina no gobernada por el Frente de Todos?

Lula va a aproximar a Brasil con Argentina en términos discursivos, quizás en términos ideológicos. Pero la integración se hace por intereses, no por ideología. ¿Cómo impacta esto en Argentina? En estructura, muy poco.

En el mapa de la región se ve un giro ideológico, con triunfos de candidatos de izquierda. Pero a su vez, debilidad para gobernar, a diferencia de lo que fue la primera ola en la primera década del Siglo XXI.

En la primera ola el color del mapa reflejaba al partido del Presidente y a la mayoría del Congreso. Hoy la mayoría del Congreso en muchos casos no está. Bolsonaro tiene 36% de la Cámara de Diputados y Lula 24%. El que ve rojo al mapa es porque pinta el Ejecutivo. Si pintás gobernaciones lo ves azul. Ves presidentes que parecen de izquierda, porque Lula llega con una coalición mixta, pero que no son hegemónicos, no tienen mayoría en el Congreso ni en la calle. La calle en Brasil la paran los camioneros, que responden a Bolsonaro, no a Lula.

¿Cómo queda parada Latinoamérica con este giro, y ante la potencialidad de la región, que suelen remarcar en este tipo de foros?

Son las dos caras de la moneda. Las oportunidades están. El mundo necesita alimentos y energía que es lo que nosotros producimos. Si lo vamos a aprovechar es difícil saber. La inestabilidad la podemos llamar alternancia. No es que caen los regímenes políticos, cambian los gobiernos. Lo que hay es dificultad para mantener políticas estables, pero también hay dificultad para implementar regímenes autoritarios, porque los gobiernos pierden elecciones y se van a casa. Lo que dificulta la gobernación económica, facilita la gobernación democrática, dos caras de una moneda, una buena y una mala.

Uno de los oradores (Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá), describió como “guerra fría” la relación entre China y Estados Unidos. Ante este escenario, ¿cómo queda parada Argentina y la región?

En la academia decimos que lo de China no es geopolítica sino geoeconomía, China no viene con aviones, barcos y soldados, vienen con inversiones, préstamos y a veces chinos, que se instalan con sus puertos y fábricas. América Latina tiene una doble dependencia, cuanto más al norte, más dependencia de Estados Unidos, cuanto más al sur, más de China, en el medio dependen mitad y mitad. Algunos dicen que Argentina tiene que decidirse, yo creo que no, depende de los dos, financiamiento de EE.UU. y comercio chino. Algunos sugieren política de equidistancia, igual de lejos de los dos, para mi la política correcta es equiproximidad, lo más cerca posible de los dos.

¿Hoy qué se está haciendo en Argentina?

Nada. Argentina no tiene política exterior, es una hoja al viento. Lo que hace es una política dual gobernada no por el canciller o el presidente, sino por el Ministro de Economía y el embajador en Washington y por otro lado por el embajador en Pekín.

¿Hay algún país de Latinoamérica que esté llevando bien esta estrategia?

Argentina no lo está haciendo tan mal. No intencionalmente. Como el presidente no coordina, tiene dos políticas exteriores, una es pro estadounidense y otra es pro china. Esto sucede porque no tenemos que elegir, se rompería si nos exigen que legislemos sobre 5G y elegimos Huawei. Por no tener política exterior, sino anarquía, está haciendo las cosas bien.