Bloomberg — Los traders en Argentina están observando con preocupación la sangría de los títulos de renta fija denominados en pesos, y esperan con cierta impaciencia alguna medida del Gobierno para aplacarla.
El Boncer 2024 mostró en octubre un avance menor al 4% y, de esa manera, la primera caída de precio en términos reales desde la crisis de deuda de junio que terminó por desatar la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán. La tasa de interés real superó ya el 11%, desde el nivel de 6% que tenía en septiembre. En el Boncer 2023, la tasa pasó al 4,8%, desde el 2% en ese mismo período.
El rendimiento del Bote 2023, un título en pesos a tasa fija, ya alcanzó el 134% anual, según calculó Emiliano Merenda, socio de Win Securities, un bróker en Buenos Aires. La inflación anualizada es, en cambio, cercana al 105% anual.
La solución no llega
El Gobierno viene de transitar un período calmo, de tres meses, en el que tuvo que afrontar bajos vencimientos, luego de haber entregado en un canje bonos duales que madurarán en junio, julio y septiembre de 2023, justo antes de las elecciones presidenciales definitivas.
Hay temor porque, para esta época, se esperaba que el Gobierno realizara un nuevo canje, similar al que en el comienzo de agosto le había permitido reducir un 85% de los pagos por $2 billones previstos para el trimestre siguiente. Ahora se acercan, aún sin plan a la vista, nuevos vencimientos en noviembre y diciembre por un total que supera el $1,5 billones.
¿Y el dólar?
Llama la atención que, hasta ahora, permanezca prácticamente adormecido el dólar, que suele ser la otra cara de cualquier sell-off en pesos. “El contado con liqui está hoy casi en el mismo nivel que tenía hace 30 días, en torno a los $306″ y “de continuar esta dinámica, la película que sigue implica menos dólares y más pesos”, escribió en su último reporte Nery Persichini, jefe de investigación y estrategia de GMA Capital.
“Es probable que las inversiones en pesos hayan visto lo mejor de su rally y den lugar al conocido proceso de dolarización de carteras en el preludio de la carrera presidencial”, agregó.
La cifra que habla: $170.000 millones
Es la cantidad de pesos que debió emitir el Banco Central de Argentina para comprar deuda en pesos ante la salida de los inversores, según estimaciones de BTG Pactual en Buenos Aires. Se teme que esta expansión monetaria pueda ser combustible para una inflación que prometer alcanzar el 100% este año.
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