Bimbo vende Ricolino, ¿qué pasará con sus trabajadores?

Los trabajadores de Ricolino desde el 1 de noviembre forman parte de Mondelez Snacking México

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Ciudad de México — La venta de Ricolino a Mondelez International representa el traslado de una plantilla de más de 6.300 trabajadores que formaban parte de Grupo Bimbo y que no verán trastocadas sus condiciones laborales, de acuerdo con el principal sindicato de la empresa de confitería.

Los trabajadores de Ricolino mantendrán salarios y prestaciones. Esto considera la antigüedad, fondos de ahorro a corto y largo plazo, vales de despensa, caja de ahorro y comisiones de vendedores, dijo el líder del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC) Alejandro Martínez Araiza.

“Pudimos negociar con la empresa que no se tocaran las condiciones de trabajo. Llegamos a excelentes acuerdos”, dijo Martínez Araiza a Bloomberg Línea.

SNAC negoció con Bimbo en septiembre un incremento de 10,26% en el salario de sus representados, en medio de las presiones inflacionarias que no han mermado la rentabilidad de la multinacional mexicana. Bimbo reportó en el tercer trimestre un aumento de 50.8% en su utilidad neta, respecto al mismo periodo del año previo. El incremento salarial será mantenido por la estadounidense Mondelez International.

El sindicato representa al 95% de los trabajadores Ricolino. Los trabajadores que laboran en una fábrica de la empresa en Toluca y en un centro de distribución Matehuala tienen representaciones sindicales distintas al SNAC. Estos sindicatos se alinearon a las negociaciones alcanzadas por SNAC con el nuevo empleador, explicó Martínez Araiza.

Los trabajadores de Ricolino desde el 1 de noviembre forman parte de Mondelez Snacking México que combinará una plantilla de 10.300 trabajadores.

Los colaboradores “podrán tener una casa que los cuidará y les ofrecerá oportunidades de desarrollo profesional”, dijo Mondelez, en un comunicado.

Sindicato de Ricolino en línea con el T-MEC

Para el líder sindical, la nueva vinculación de Mondelez con su agrupación brindará un blindaje y fortaleza a Mondelez en materia de cumplimiento de las condiciones laborales del Tratado de Libre Comercio entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC).

SNAC legitimó hace dos años la titularidad del contrato colectivo de trabajo de Ricolino bajo las nuevas reglas del T-MEC y de la Reforma Laboral de México, además dijo contar con prácticas de democracia sindical innovadoras sustentadas en herramientas tecnológicas.

Martínez Araiza señaló como ejemplo que las revisiones del contrato colectivo son transmitidas vía Zoom y analiza la puesta en marcha de tecnologías como blockchain.

“Si algún día vienen de EE.UU o Canadá a inspeccionar el tema laboral, tienes un sindicato que está hiperlegitimado”, dijo el líder sindical de 39 años.

Sindicatos y trabajadores en EE.UU. han estado atentos a las prácticas laborales de Mondelez en México. Hace seis años, la compañía cerró una línea de producción de Oreo en Chicago para trasladar la producción a México. Esto provocó un llamado a boicot a las galletas mexicanas de AFL-CIO, la mayor confederación de sindicatos de EE.UU.

AFL-CIO promovió el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida bajo el T-MEC para el caso de la maquiladora Tridonex y dio seguimiento al proceso de titularidad del contrato colectivo de trabajo de General Motors en Silao, Guanajuato.

Mondelez enfrentó en 2021 una huelga de trabajadores de su subsidiaria Nabisco en Portland, Oregon. Una de sus demandas consideraba salvaguardas para evitar el suministro externo desde sus plantas en México.

Las condiciones laborales en México fueron unos de los temas de preocupación y discusión en las negociaciones T-MEC, ante las implicaciones de que las empresas estadounidenses trasladen operaciones desde su país a México, atraídas por los bajos salarios y menores condiciones.

La ratificación de contratos colectivos de trabajo es una de las herramientas de la reforma laboral para impulsar la transparencia y democracia sindical, un requisito establecido en el T-MEC, así como un tema de la agenda del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Hasta antes de la reforma, los contratos colectivos que negocian directamente empresas y sindicatos no eran avalados por los trabajadores.